¿Qué es la curiosidad?
Podemos definirla como el vacío de información que reconocemos que nos falta. Conforme vamos creciendo, esa brecha se reduce y sentimos que ya sabemos lo necesario. La principal tarea de los profesores es hacer ver a los estudiantes que la información y el conocimiento que poseen nunca es suficiente.

¿Por qué con los años dejamos de ser curiosos?
Dejar de serlo es algo natural. A medida que crecemos vamos acumulando una gran cantidad de estímulos e información sobre el funcionamiento del mundo y la sociedad, lo que está directamente relacionado con que reduzcamos nuestra curiosidad.

¿El deber de los profesores es motivar o enseñar?
Los profesores, en primer lugar, deben motivar y después enseñar. Ambas tareas son importantes, pero ningún docente puede enseñar a sus alumnos si no es capaz de motivarlos para aprender y para captar la información. La principal misión de un profesor debe ser la de despertar y crear curiosidad entre sus alumnos.

¿Qué herramientas puede utilizar un docente para que sus alumnos le presten una mayor atención?
Pueden utilizar cualquier herramienta que le ayude a sorprender a sus alumnos. Los docentes deben ser capaces de reconocer todo aquello que mejor funciona en sus clases, para poder personalizar los distintos métodos de enseñanza.

¿El aprendizaje de los alumnos mejoraría si los docentes escucharan a sus alumnos?
Las preguntas de los estudiantes y su curiosidad son completamente necesarias para crear vínculos con los profesores. Si algunos educadores siguieran menos el guión que marca el plan de estudios y estuvieran más atentos a las inquietudes de sus alumnos, posiblemente la calidad del aprendizaje mejoraría.

Usted habla de la motivación de los alumnos, pero… ¿y la de los profesores?
Su motivación va ligada con la curiosidad de los alumnos. A lo largo de mi carrera profesional he conocido multitud de maestros que no están motivados, ya que el contenido que enseñan es poco interesante y muy repetitivo. Los docentes se sienten motivados cuando los alumnos desean asistir a sus clases e impregnarse de sus conocimientos. Es una situación que no ocurre a menudo, pero para que se produzca, es necesario un gran esfuerzo por ambas partes.

En un mundo tan cambiante… ¿Puede funcionar la misma metodología de enseñanza durante 10 años?
La metodología actual, la del pasado y la del futuro tienen algo en común: la narración. Si los métodos de hace 10 años detectamos que funcionan para explicar una materia o un temario en un aula actual, entonces no debemos cambiarlos.

¿Los docentes tienen miedo a innovar?
El objetivo principal de los docentes es transmitir su conocimiento para que los alumnos puedan desenvolverse con éxito en el mundo actual. El inconveniente es que lo que ocurre dentro de las aulas dista mucho de lo que sucede en el exterior. Los docentes perderían el miedo a innovar si fueran conscientes de la importante brecha existente entre la enseñanza y el mundo real.

… ¿y al fracaso?
Hay profesores que tienen una perspectiva equivocada sobre lo que es el fracaso y sobre a quién tienen que contentar. Es importante que tengan en cuenta la opinión de los padres y la de los responsables de los centros educativos, pero no deben obsesionarse en satisfacerlos.

¿Qué deben tener en cuenta los docentes cuando programan una clase?  
Hay dos aspectos fundamentales que deben plantearse antes de empezar una sesión. En primer lugar, deben ser conscientes de que a muchos de sus alumnos no les apetece en absoluto estar en el aula en ese preciso momento. Además, no deben darles las materias “masticadas”, sino que hay que dejar que los estudiantes puedan utilizar y desarrollar sus propias herramientas para resolver las dudas y completar el aprendizaje.

¿La tecnología potencia o disminuye el aprendizaje de los alumnos?
Ambas cosas, depende de cómo se utilice. Los educadores deben decidir el objetivo del uso de la tecnología en sus aulas.  Puede utilizarse para ampliar y complementar el contenido que se está tratando, pero si en determinadas situaciones no funciona, es conveniente no utilizarla.

¿Qué opina acerca del trabajo en casa de los estudiantes?
Los deberes son geniales y no entiendo determinadas opiniones que los consideran algo malo. Las tareas son una extensión natural de lo que se ha trabajado en el aula. No tienen por qué ser aburridos, pueden ser discusiones, reflexiones sobre pensamientos, elaborar material gráfico… La cuestión es que los alumnos se sientan involucrados y puedan expresar su opinión a través de las tareas encomendadas en casa.

¿Cómo pueden los padres motivar a sus hijos para que quieran aprender?
Los padres no deben motivar a sus hijos, para eso ya estamos los profesores. Su función es ofrecerles las herramientas y las oportunidades necesarias para que puedan aprender, fracasar y seguir aprendiendo.


Si te ha gustado la entrevista a Ramsey Musallam, no te pierdas la de Antoni Giner: “Los niños necesitan que les dediquemos una mirada especial”.

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Comentarios(6)

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  • Uno de los principales problemas de la educación es que consideramos la enseñanza pública como un servicio público, y por tanto
    Los profesionales en su labor prestan unos servicios a unos destinatarios concretos, pero en lugar de dar respuesta o atender a los intereses de dichos destinatarios, a menudo actúamos atendiendo a los intereses de la colectividad, de acuerdo con la autoridad formal y las reglas que emanan de la organización. Portela (2008, p. 161), señala en este sentido que las transacciones entre los profesores y sus alumnos no tienen un carácter directo sino que están “mediadas por terceras partes” las cuales operan, representando un interés general e incluso publico que es al que los profesionales han de atender prioritariamente. Es decir, es complicado que los profesores motiven y enseñen si lo primeros que no están motivados y no creen realmente en lo que están haciendo son ellos. Por desgracia muchos profesionales de la educación deben ceñirse a un curriculum y a unos contenidos que deben de ser dados en un tiempo concreto, y esto no deja tiempo, en ocasiones, para la creación de actividades significativas. De hecho este es uno de los contextos en los que surge el llamado “burnout”, que aparece cuando el profesor ve defraudadas sus expectativas y se ve imposibilitado de modificar la situación laboral y de poder poner en practica sus ideas con respecto a como de ser realizado su trabajo. Es un círculo vicioso del cual debemos encontrar la manera de salir, ya que si el profesor “esta quemado” y siente que la realidad no corresponde realmente a lo que él esperaba, esto repercutirá de manera directa en los alumnos ya que no podrán saciar su curiosidad innata por ciertos aprendizajes, y esto conllevara, como bien dice Ramsey Musallam a maestros poco motivados, repetitivos en cuanto a contenidos, y alumnos aburridos que no se involucran realmente en su propio aprendizaje.

  • fernanda alzate

    Estoy de acuerdo con el articulo anterior pues si los profesores motivan y luego enseñan es mas fácil para ellos y para los alumnos así van a tomar mas a gusto sus clases sin que se vuelvan tediosas

  • Laura valentina Támara Rubiano

    Me parece un buen articulo y estoy totalmente de acuerdo con que TODOS los maestros primero deben motivar para luego enseñar con eso asi los estudiantes tienen amor hacia la materias.
    Los padres no deben motivar a sus hijos, para eso ya estamos los profesores. Su función es ofrecerles las herramientas y las oportunidades necesarias para que puedan aprender, fracasar y seguir aprendiendo.

  • Parabéns pelo artigo muito bom

  • Juan Manuel Juárez Montoya

    Excelente artículo que causa polémica sobre todo con el tema de la motivación, pues ambas partes deben estar motivadas (alumno-profesor). Hay muchos maestros excelentes que reciben un cumulo infinito de información y eso mismo los desmotiva y también hay muchos alumnos que no le encuentran sentido a lo que dice el maestro y eso también los desmotiva.Si a esto le sumamos que la educación esta dividida entre una parte política que frena al maestro serio y profesional y que a la vez motiva al alumno rompiendo la inercia de las clases por motivos políticos irresponsables y de manipulación; el contexto se vuelve mucho más complejo.

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