El estrés y la ansiedad son cada vez más frecuentes en nuestro día a día, con notables efectos negativos tanto a nivel físico como mental. Lamentablemente, muchas veces somos incapaces de gestionarlo, debido principalmente a que nos faltan los recursos necesarios. Es por ello que trabajar este tipo de técnicas desde muy pequeños es de vital importancia, ¡toma nota!:

Las ventajas de aprender a relajarse van más allá de mantener controlado el estrés. Son prácticas que conectan cuerpo y mente, y que estimulan el aprendizaje, mejoran la convivencia y ayudan al niño a conocerse a sí mismo, entre otros beneficios.

Te hemos seleccionado 7 de estas técnicas, para que puedas adaptarlas a las necesidades y características de tus estudiantes. ¡O también para practicarlas en casa!

1. Juegos para aprender a relajarse: No puedes perderte esta genial ficha con hasta 17 técnicas y juegos para relajarse con los más pequeños. ¿Habías pensado alguna vez en aplicar alguna de estas técnicas justo antes de ir a la cama? ¡Seguro que te sorprenden los resultados!
2. ¡Controla tu respiración!: La respiración profunda nos ayuda a relajarnos, ya que consigue disminuir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Es una sencilla técnica que consiste en realizar respiraciones profundas, con pausas entre inhalación y exhalación. Podemos combinar la respiración abdominal (¡hincha la tripa como un globo!) o pectoral (consiguiendo que se eleve el pecho).
3. Masajes: Además de ser una excelente forma de comunicarnos y de crear y estrechar lazos positivos con los más pequeños, los masajes les ayudarán a relajarse y les otorgarán autoconfianza elevando su autoestima. ¿Te animas a probar?
4. Ejercicios de relajación muscular: Se basan principalmente en combinar ejercicios de tensión del músculo con distensión. Por ejemplo, prueba a contraer un músculo durante unos segundos y luego aflojarlo; o a estirar una parte del cuerpo y alargarla lo más posible, para después aflojar suavemente. Puedes realizarlo con las diferentes zonas del cuerpo, hasta completarlas todas.
5. Mandalas: Se trata de dibujos o representaciones, utilizados como técnicas de relajación oriental. La actividad consiste en sentarte en un lugar cómodo, con la respiración rítmica, y dibujar o colorear estos diseños dependiendo de tu estado de ánimo y de aquello que te apetezca transmitir. Utiliza, por ejemplo, esta herramienta interactiva, con varios modelos para empezar.
6. Visualizaciones: Imaginarnos lo que nos gusta logra conseguir que nos sintamos más relajados, ¡y trabajar nuestro optimismo! Consiste en que el niño, con los ojos cerrados, imagine diferentes espacios y situaciones que le hagan sentirse más relajado y feliz. ¿Comenzamos por una cueva, o por unos tambores?
7. Yoga: El yoga va más allá de ser una técnica de relajación, ya que también aporta fuerza, equilibrio y elasticidad a los más pequeños. Se trata de una completa técnica que desarrolla especialmente su concentración y les ayuda a comprender el mundo que les rodea.

Y si te has quedado con ganas de más, no te pierdas este programa de televisión sobre la práctica de técnicas de relajación en las aulas, con la colaboración de varios expertos en educación emocional.

¿Practicas técnicas de relajación con los más pequeños? ¿Qué ventajas has notado al hacerlo? ¡Comparte tu experiencia y recursos con la comunidad educativa en Tiching!