De manera resumida, ¿qué es la mediación?
La mediación es una manera de resolver los conflictos dialogando y procurando que todo el mundo salga ganando y habiendo aprendido algo de esa situación.

¿Y la pedagogía restaurativa?
Está dentro de la misma línea de la mediación. Ambas estrategias persiguen que cuando una persona tiene un conflicto pueda restaurarlo, reparar los daños que hizo y reconciliarse con la otra parte, en lugar de que se considere culpable y responsable.

¿En qué se diferencian?
En mediación son mediadores los mismos alumnos, mientras que las prácticas restaurativas las conducen normalmente adultos. Por otra parte, en la mediación participan las partes enfrentadas y los mediadores, que suelen ser dos, mientras que en las prácticas restaurativas participan muchas más personas de la comunidad.

Más allá de la resolución inmediata de conflictos, ¿qué aportan la pedagogía restaurativa y la mediación?
De entrada, empoderamiento de las personas. Está mucho más protegida una persona que tiene posibilidades de resolver las cosas por sí misma, que no una a la cual protegemos. Se puede llegar a pensar que esta manera de trabajar es un tipo de justicia light. Pero en realidad es todo lo contrario. Estamos haciendo que las personas por ellas mismas resuelvan las cosas. Sin depender del adulto o del reglamento.

¿Qué valores se tienen que poner en juego para ir hacia una pedagogía restaurativa en educación?
Los valores los identifico con una cultura de paz positiva. No es la ausencia de conflicto sino el actuar para vivir en un mundo más pacífico. Entonces, la estrategia va a ser principalmente la de la no indiferencia, el no quedarse impasible ante la injusticia. Al perseguir la injusticia, te vas a meter en conflictos, y para resolverlos necesitas herramientas, como una comunicación efectiva, saber canalizar los propios sentimientos y utilizar el pensamiento a nivel reflexivo, creativo y crítico.

¿Y cuál es la principal dificultad para que los profesores lleven a cabo este tipo de actuaciones?
Hoy en día la formación al profesorado se ha debilitado y mucha gente trabaja como puede estas estrategias. Falta formación y capacitación.

¿Es la mediación una forma más eficiente de abordar los conflictos en el ámbito escolar?
Desde luego. Tanto en el ámbito escolar como en la sociedad, la persona tiene que sobrepasar límites o romper la norma para intervenir desde el punto de vista de la disciplina. Es absurdo tener que esperar hasta ese punto. Es mucho más sencillo resolver conflictos al principio que al final.
Lo curioso de la mediación y de las prácticas restaurativas es que cuando todo ha fallado (pensemos en conflictos en el ámbito internacional), lo único que vuelve a funcionar es el diálogo, que la gente se ponga de acuerdo restaurando y resolviendo.

¿Qué ventajas plantea la mediación?
Lo bueno de estas prácticas es que el acuerdo es visible. Es una promesa. Y por tanto, tiene que ser efectiva. Y trabajamos la reparación y la reconciliación., con lo cual se unen otra vez los lazos que se han roto. La gente no quiere la sanción, quiere la reparación. Además, se desmitifica eso de que el culpable es un alumno concreto, que es la punta del iceberg. Con este paradigma, miramos las cosas en su conjunto.

Uno de los elementos clave en la gestión de la convivencia es la construcción de un clima positivo, y para ello debe haber normas. ¿Hasta qué punto es importante que estas normas sigan una educación en valores concienciada y coherente?
Tenemos muchas contradicciones en los centros educativos. En los reglamentos disciplinarios, las normas se aplican a una persona que tiene una conducta negativa. Estas normas siguen siendo ojo por ojo y diente por diente. Cambiar hacia una cultura donde el valor sea reparar los errores, curar heridas y toda esta cultura de paz positiva va más allá, necesita este cambio de mentalidad. Y es un cambio de mentalidad de toda la comunidad educativa, no solamente de los niños y niñas.

¿Es efectiva la mediación entre iguales o conducida por alumnos?
Sí. Es la mejor, porque los mediadores nunca tienen que dar la solución ni que aconsejar ni poner sanciones. Les preparamos para que no den consejos y para que lo consigan por sí mismos, que es donde está el aprendizaje y el empoderamiento. Cuando una persona resuelve un conflicto que le preocupa por sí misma y siente que lo ha logrado, se ve más fuerte y capacitada.

Usted afirma que el uso de la mediación no etiqueta a los centros como conflictivos, pero la percepción mayoritaria parece ser la contraria, ¿no le parece?
La mediación escolar ha tenido mucho éxito de implantación en centros concertados o privados., por lo que no es cierto que solo en centros donde hay riesgo social la mediación va a funcionar. Todas las personas en cualquier posición tenemos conflictos cada día. Y cuando hablamos de conflictos, hay que entender que no hablamos de conflictos con la ley.

¿Qué papel deben jugar las familias en el proceso de mediación en las escuelas?
Las familias tienen un rol muy importante, tienen que poder compartir esta cultura y esta filosofía. Por eso en muchos centros se las invita a formarse para participar como mediadores. Y agradecen muchísimo tener estrategias, porque son herramientas que pueden servir a todo el mundo.

Acerca del autor

Tiching

Tiching es la red educativa escolar para encontrar, compartir y gestionar todo aquello relacionado con la educación. ¡Más de 600.000 personas ya se han unido!

Comentarios (1)

  • Augusto Najarro Rojas

    Artículo sumamente interesante para reflexionar y lograr aprendizajes satisfactorias a partir de problemas en pro de una cultura de paz y la práctica de valores. Generalmente, cuando hay conflictos, los adultos aplicamos las soluciones desde nuestra perspectiva y punto de vista, sin dar lugar a los propios estudiantes que deben mediar en la solución del problema. Muchas gracias por compartir.

Deja un comentario

(*) Campos obligatorios