Hemos visto que la Escuela Sadako destaca por su proyecto educativo, ¿Nos podría indicar cuáles son sus principios clave?
Siempre nos hemos regido por unos principios básicos: el respeto al alumno, que es el centro del aprendizaje; y la metodología activa. El problema está en que la educación actual es tan homogénea que cualquier proyecto que haga alguna cosa diferente ya destaca. Nosotros empezamos a incluir cambios destacados en un momento en el que no se hablaba tanto de innovación como ahora, así que en ese sentido llevamos ventaja.

¿Qué les convierte en una escuela innovadora?
Los cursos son de dos líneas, y cada curso tiene dos tutores y un co-tutor. Con ello intentamos que sea una escuela inclusiva y que ningún alumno salga del aula. Los alumnos, al igual que los profesores, trabajan en equipo, y el trabajo colaborativo está totalmente establecido en la escuela. Además, trabajamos sin prácticamente asignaturas porque trabajamos de forma globalizada. Únicamente mantenemos las de especialidad, como Música, Educación Física o Filosofía.

Ha mencionado en ocasiones que quieren que los alumnos sean felices. ¿Cómo trabajan en esta cuestión?
Lo que está claro es que si un niño no está bien, el aprendizaje no existe. En el patio hemos intentado plasmar esta idea. En muchas ocasiones, los niños van al recreo y reproducen actitudes y se dan situaciones inadecuadas para su aprendizaje. Un ejemplo claro es el fútbol: los liderazgos de la clase vienen dados por el nivel de los niños en el fútbol.

¿Hay solución a eso?
Ahora ofrecemos muchos tipos de actividades para todos los alumnos en el patio, así que todo el mundo se siente a gusto en este espacio. Intentamos favorecer el bienestar del alumno en todos los espacios para que el aprendizaje sea efectivo. Tenemos claro que la escuela debe fomentar la autoestima: si una escuela no lo consigue, ha fracasado. En estos espacios tienden a resaltarse enseguida los aspectos negativos, como sucede en muchos aspectos de la vida. Nosotros intentamos dar mayor importancia a los refuerzos positivos en el aula.

Es interesante la forma en la que trabajan los espacios de recreo…
La escuela está haciendo un viraje en los últimos años. Estamos empezando a concebir el colegio entero como un espacio para la educación, incluido el patio. La zona de recreo en Sadako fomenta la colaboración, la relación entre alumnos de diferentes cursos. Con tal de conseguirlo, hemos desarrollado diversos proyectos. Uno de ellos es Implícate. Todos los alumnos tienen responsabilidades, tanto a nivel individual (como dinamizador de lecturas o responsable de aula); como grupal, ya que hay cursos que se encargan del gallinero, de las actividades del recreo, etc. Mediante Implícate los estudiantes pueden iniciar proyectos para cambiar la escuela y el mundo.

¿Qué les aporta la multi docencia?
Para empezar, da a los alumnos la posibilidad de escoger sus referentes en el aula. Les da la opción de dirigirse al profesor que les transmita mayor confianza. Pero creo que la mayor aportación de la multi docencia es la formación entre iguales. Uno de los maestros proviene siempre del departamento psicopedagógico, ya que inicialmente estaba en el aula para atender a ciertos alumnos, pero con el tiempo su cometido ha pasado a ser el de enseñar a los otros maestros a tratar la diversidad.

¿De qué forma se retroalimentan los profesores?
Algo habitual en los maestros es que tienen formas de gestionar el aula muy marcadas. Suelen ser actitudes difícilmente modificables, pero mediante la observación de otros profesores y la sinergia, algunos de nuestros profesores han modificado estas formas de actuar. Además, los conocimientos que tiene cada maestro se unen y la enseñanza se ve muy enriquecida.

¿Cómo es la implicación del equipo docente en el proceso de innovación?
Tenemos un claustro magnífico. Al principio, como en todo, la adaptación costó, pero después todo el mundo se puso a trabajar duro. El paso más complicado fue incluir un maestro del departamento psicopedagógico en las aulas, ya que los profesores se sentían observados. Pero se dieron cuenta, con el tiempo, de que suponía un cambio a mejor.

¿Cómo afrontan las necesidades especiales?
Los alumnos tienen la posibilidad de escoger dónde realizar algunos trabajos. La escuela dispone de espacios acondicionados para que los alumnos lo usen. Gracias a ello, aquellos estudiantes con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o más nerviosos no están obligados a estar encerrados en el aula y pueden salir a trabajar. Por otro lado, siempre tratamos de potenciar al máximo a nuestros alumnos. Por ejemplo, tenemos a un alumno que tiene problemas de comportamiento y de autoestima, pero tiene una gran capacidad para relacionarse con los más pequeños. Por eso tratamos que acompañe a los alumnos más pequeños en  algunas clases, ya que así recupera su autoestima y potencia algo que se le da bien.

¿De qué forma se evalúa en Escola Sadako?
Utilizamos las rúbricas. Mediante una valoración por pajaritos, los evaluamos sobre 4 puntos. Una vez finalizada la secuencia didáctica los alumnos son los primeros en examinar su trabajo, lo que sería la autoevaluación, mediante unos portafolios en los analizan el progreso que han tenido. Después los profesores puntúan el trabajo siguiendo el mismo sistema, y la nota final surge del análisis del alumno y del maestro. De todas formas, tratamos de dar poca importancia a la nota, pero nuestros alumnos le dan demasiada importancia, lamentablemente. Si fuera por nosotros, no pondríamos nota global, ya que nos importa cada competencia por separado. De hecho, este año hemos eliminado los boletines de notas trimestrales y tan solo evaluamos las secuencias didácticas.

Pero los alumnos deben saber que la nota es importante para, por ejemplo, entrar a la universidad…
Es cierto. Pero para nosotros la nota no es el objetivo, sino que lo es el aprendizaje. No tiene sentido que un alumno de 10 años esté preocupado por la nota. En las pruebas estandarizadas nuestros alumnos no tienen ningún problema, ya que son muy competentes más allá de la capacidad memorística.

Es muy curiosa la forma en que utilizan el espacio en la escuela.
Las aulas de todos los cursos están organizadas en mesas de cuatro. Tratamos de juntar las aulas de alumnos mayores y menores, ya que se autorregulan mucho, por lo que tenemos plantas separadas para primaria y secundaria. Además, los alumnos usan todos los espacios disponibles, incluso las aulas de otros cursos. Cuando un grupo no está en el aula, otros alumnos la usan para realizar trabajos o retos. También hay espacios para que los estudiantes elaboren sus tareas en equipo. Todos los espacios son transparentes, y se ve en todo momento qué hace cada uno. Eso, inconscientemente, hace que los niños realicen su trabajo sin importarles si están siendo observados o no.

¿Qué papel adoptan las familias en la educación?
Muchos familiares vienen a las aulas para ayudar en los retos o en la investigación acerca de preguntas. Como ejemplo de la participación de las familias: para alumnos de entre 3 y 7 años tenemos rincones, que son de luz y sonido, de música, de cocina… y cada semana las familias se ocupan de dos de estos rincones. Los familiares vienen a las aulas a hacer presentaciones conjuntas con los alumnos, y nos aportan muchos conocimientos. Además, invitamos de vez en cuando a unas cuantas familias a participar en las aulas y, durante un día, trabajan por grupos como hacen sus hijos.

¿Es el modelo de la escuela Sadako el futuro de la educación?
No lo sé, sería prepotente si lo afirmara. Pero sé que la escuela tradicional debe desaparecer porque no tiene ningún sentido. Durante mucho tiempo el modelo educativo ha sido muy homogéneo en las escuelas. Pero poco a poco se están aplicando distintas formas de trabajar. Es clave que se apliquen modelos diferentes, ya que entonces se podrá decidir cuál es el mejor y, a partir de ahí, modificar el modelo tradicional.

¿Qué consejo le daría a un equipo de maestros que quiere innovar en el proyecto educativo de su escuela?
Los profesores tienen que estar dispuestos a trabajar mucho y a abandonar el rol que han tenido siempre, y eso es complicado. También deben tener voluntad de comparar y aprender. Deben estar preparados a renunciar a la evaluación convencional y al liderazgo en las clases presenciales. Todos los cambios han de hacerse pensando en el alumno, si no la innovación es inútil.

Acerca del autor

Tiching

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Comentarios(3)

  • Augusto Najarro Rojas

    Un principio fundamental de la escuela debe ser fomentar la autoestima, como manifiesta Jordi en la entrevista. La escuela debe ser un centro de recreación, donde a los estudiantes les agrade y que les guste asistir. Pero ahora las escuelas se han convertido en centros de cementos con espacios totalmente cerrados. Gracias por su aporte Jordi y Tiching.

  • Libia Figueroa

    Es interesante este artículo puesto que los maestros debemos apuntarle a la innovación para transformar la sociedad.

  • Interesante la acción educativa de la Escuela Sadako, me parece muy valioso e importante fomentar la auto estima de los alumnos, creo que es un aspecto que debe tener prioridad, al igual que el trabajo cooperativo, la solidaridad y la práctica de valores.

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