Gamificación interdisciplinar: entre varios, mejor

  • Por Jaione Pozuelo Echegaray
  • Opinión

Jaione Pozuelo Echegaray

Profesora de Biología. Premio Nacional de Educación 2015 por una gamificación interdisciplinar. Actualmente coordino el PEAC e imparto formación a docentes. Más en mi blog.

Aún recuerdo ese recreo en la sala de profesores, cuando escuché a dos compañeros: “me tienes que explicar más sobre ese tema, a los chicos les debe encantar”. No pude evitar unirme a la conversación: si a los alumnos les gusta, a mí seguro que también. Y pregunté: “¿qué haces exactamente?”, “Yo, gamifico las clases”. No tenía ni idea de lo que era, pero sabía que me iba a encantar.
Gamificación-interdisciplinar

Un par de semanas después estaba diseñando mi primera gamificación, “La Ciencia Griega”, en la que los alumnos se convertirían en filósofos griegos dispuestos a aplicar el método científico. Y unos meses después, comenzamos una gamificación entre los tres profesores. Fue el comienzo de un camino sin retorno… Aviso a navegantes: si empiezas a gamificar, no podrás dejarlo.

La gamificación en el aula

Gamificar significa aplicar dinámicas propias de los juegos en entornos no lúdicos. Es decir, convertir los contenidos en una especie de “juego”: elegir un hilo conductor que contextualice el aprendizaje, crear personajes, una misión dentro de la historia, y proponer retos a superar para lograr esa misión. Si a eso le añadimos una serie de niveles y puntos de experiencia o recompensas para ir superándolos, habremos convertido nuestra clase en una aventura que nuestro alumnado difícilmente olvidará.

Se puede gamificar cualquier tipo de contenido, en cualquier nivel. Desde infantil hasta la universidad, muchos profesores y profesoras de nuestro país ya están aplicando esta herramienta didáctica en el aula (se pueden ver ejemplos de ello en la web de la comunidad de gamificadores Gamifica Tu Aula).

El enfoque interdisciplinar

La gamificación incrementa considerablemente la motivación de nuestros alumnos hacia el aprendizaje. Además, a los alumnos les parece más sencillo aprender, y se trabajan competencias diversas (trabajo en equipo, colaboración, creatividad,…). Pero todo esto se multiplica cuando en la gamificación se incluyen varias asignaturas. Porque aparece un nuevo concepto: la interdisciplinariedad.

Esa conversación fortuita en la sala de profesores fue el inicio de un proyecto (Class of Clans) en el que unimos cuatro materias (Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Tecnología y Plástica) bajo un marco común. El alumnado, agrupado en clanes, debía ir superando una serie de retos para poder avanzar como civilización: comenzaron siendo hombres de las cavernas, y terminaron siendo emperadores romanos. Con este proyecto comprendimos el verdadero significado de la palabra sinergia. Yo sola nunca hubiera podido aportarles tanto a los alumnos. Conseguimos que entendieran el conocimiento como un proceso global, ya que todos (tanto ellos como sus alter ego del paleolítico) debían tener conocimientos de distintas disciplinas para avanzar como sociedad.

Un curso después, lanzamos Space Explorers, gamificación en la que se involucraron prácticamente todas las materias de 1ºESO. En esta ocasión, creamos una base de entrenamiento espacial y “entrenamos” a nuestros alumnos para que consiguieran convertirse en astronautas, pudiendo así rescatar al comandante Tasio, perdido en el espacio. El resultado fue un éxito rotundo. Sentir que los alumnos no entran a tu clase, sino a su entrenamiento; que encuentran un contexto motivador para aprender; que mejoran su rendimiento y aprenden a interrelacionar contenidos. Todo esto hace que el esfuerzo de preparación (menor, por supuesto, cuando se trabaja en equipo con otros docentes) merezca la pena.

A modo de conclusión

Nuestros alumnos se van a desenvolver en un mundo globalizado, en el que saber colaborar será fundamental. De ahí que las corrientes innovadoras hagan énfasis en el trabajo en equipo, la gamificación es un claro ejemplo de ello. Pero, ¿qué pasa con los profesores? ¿Acaso no nos afecta esta misma realidad? Abrir las puertas del aula, cooperar, compartir materiales, experiencias, es importante para crecer, aprender, y crear vivencias en el aula que nunca, por mucho que nos esforcemos, podríamos construir nosotros solos. Yo lo tengo claro: entre varios, mejor.

Comentarios(2)

  • Me encanta esta metodología, es una gran manera de hacer que los estudiantes estén motivados por aprender.
    Yo no tuve la oportunidad de realizarlo pero cuando veía a los chicos más pequeños por el pasillo hablando de lo que hacíais nos entraban ganas de ir a la clase.
    Si en el futuro acabo trabajando en la docencia espero llevar a cabo algun proyecto así!!

  • No creo que exista una mejor manera de enseñar y aprender. Para los alumnos, aprender mediante el juego es una forma de salir de la rutina, aprender con motivación y mejorar su rendimiento.
    Además, este método funciona a todas las edades, desde los más pequeños, que no conocen otra manera de aprender, hasta los más mayores, a los que les servirá también para relacionar contenidos y divertirse en el aula.
    Esto además lleva consigo el trabajo en equipo, algo fundamental para la futura vida laboral y también social.

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