¿A qué edad cree que es más adecuado introducir la educación sexual en casa? ¿Y en el aula? 
Hace dos años, cuando escribí Atrévete a hablar de sexo con tu hijo, para padres con hijos pequeños y adolescentes, me sorprendió que en la etapa de la pubertad de las niñas nadie sabía de qué hablar con ellas, cómo enfocar los cambios, y tampoco veían que la sexualidad está ligada a lo que ocurre en el cerebro, a las emociones, a la percepción que las niñas tienen de sí mismas, a cómo aprenden a respetar su cuerpo y a hacer que sea respetado, y también cómo encaja lo que el entorno inmediato les devuelve sobre sus cambios físicos y emocionales… 

¿Cree que la educación sexual se imparte hoy en día en las escuelas es suficiente? ¿Por qué? 
Obviamente no; llega mal y tarde, y creo que falta la labor de enseñar a los padres cómo hacerlo, y este es también uno de los propósitos del libro Guía genial para una chica como tú. He pensado, cuando lo escribía, que fuera dirigido a las niñas pero también que reforzara la autoestima y que el respeto por el propio cuerpo sirviera para sentar las bases en la prevención de la violencia de género. 

¿Cree que existen todavía tabús que derribar en la educación sexual del siglo XXI? 
No sé, realmente, y lo cierto es que no he profundizado nunca en lo que falta. Siempre hay cosas nuevas que llegan desde un mundo que no controlamos y que tienen que ver con Internet, modas, ideas… Creo que hay que informar y fortalecer a las familias sobre qué pasa en realidad con las niñas a esta edad, qué entienden, qué les ayuda, y qué les confunde. 

La pubertad es una etapa llena de cambios para los niños y niñas. ¿Cree que, tanto en el seno familiar como en el aula, se abordan abiertamente las dudas que desencadena esta etapa? 
No. Creo que se la ve más como un paso rápido hacia la adolescencia y no es así, es una etapa donde hay muchos cambios biológicos y emocionales, donde empieza el desconcierto sobre quiénes son y se construye su personalidad de chicas mayores como desean ser. 

¿Cómo se pueden abordar estas temáticas? ¿Qué recursos recomendaría? 
Depende de lo que se les quiera transmitir, aunque siempre es aconsejable ser directos, sin exagerar, con naturalidad. No se trata de dar una charla sobre lo que deben saber a esta edad, sino iniciar una conversación a partir de un libro, de una película que esté de moda o de un anuncio de televisión cuya protagonista sea una chica de su edad. Pedirles opinión, su opinión nunca falla. 

Uno de los objetivos de la Guía genial para una chica como tú, más allá de informar y formar, es invitar a las niñas a comunicarse y adquirir seguridad en sí mismas. ¿Por qué cree que es importante? 
Fundamentalmente, porque hoy hay un exceso de noticias que desinforman. Tener buena información y comunicar sus preguntas, sus dudas, partiendo de una buena base, siempre es más efectivo a la hora de educar la sexualidad. 

Cuéntenos cómo ha sido la elaboración de los textos de la Guía genial para una chica como tú. ¿Qué es lo que le motivó para implicarse en este proyecto? 
Ya he contado que he escrito un libro sobre la importancia de hablar de sexualidad con los hijos, y en las aulas. Para este libro solo aporté mi visión de lo que una niña en la etapa de la pubertad necesita entender, desde su propio lenguaje y sentido de la realidad. 

¿Ha sido complicado combinar la rigurosidad científica con un lenguaje cercano? 
En absoluto. 

En el libro hay un “Traductor de adultos”. ¿Por qué resulta tan difícil la comunicación con los hijos durante la pubertad y la adolescencia? 
Simplemente, porque en esta etapa hay mucha emocionalidad por parte de las niñas y casi siempre entienden que los padres las quieren controlar, las tratan como si fueran más pequeñas o no las entienden y, a veces llegan a vivir verdaderos dramas, y se sienten solas… Entonces es positivo explicarles las razones por las que los adultos les dan ciertas órdenes o sugerencias… 

La pubertad es una etapa en la que puede aparecer el bullying, sobre el que también ha escrito. ¿Cree que ahora se visualiza más que hace unos años? ¿Hemos avanzado?
Si, se visualiza más, porque se controlan más y se juzgan más. Solo hay que ver cómo se sienten si no obtienen muchos likes cuando cuelgan una foto en Instagram, por ejemplo, o en cualquiera de las redes que empiezan a usar desde edades tempranas. La tecnología nos ha traído muchas cosas buenas, pero también mucha desinformación y exceso de control entre los propios adolescentes, y esto es la mecha que, a menudo enciende el bullying.

Ante tal cantidad de estímulos, muchos tecnológicos, que tienen los pre-adolescentes hoy en día, ¿qué papel pueden desempeñar los libros dirigidos a ellos?
Es la mejor idea, la mejor apuesta, y más cuando ha sido tan pensada y elaborada por un equipo de gente, bajo la luz de editoras excelentes.

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