Robots que ayudan a niños y niñas a salir de la pobreza

  • Por Jose Estévez García
  • Opinión

Jose Estévez García

Responsable de innovación de la fundación Ayuda en Acción. Mi objetivo es incorporar la tecnología en los proyectos de intervención social de la organización.

El mundo en el que vivimos sufre múltiples brechas que rompen los planos de equidad en los que deberíamos poder vivir todas las personas. Una de las más preocupantes es la que afecta a niños y niñas en situación de vulnerabilidad, puesto que les priva de un futuro que les permita romper el círculo de la pobreza que se transmite entre generaciones. Es la llamada brecha digital y afecta a su futuro debido que el mismo pasa por la tecnología en todos los ámbitos de la sociedad. Esta es además una brecha que afecta especialmente a las niñas dado que, como demuestran múltiples estudios, no optan por una educación con base tecnológica por los prejuicios asociados al género en los ámbitos de la ciencia.

Proyecto MAK3RS | Tiching

Con el objetivo de tender un puente sobre estas brechas en nuestro país, en Ayuda en Acción desarrollamos el programa Aquí también para dar apoyo a la infancia en riesgo de exclusión, trabajando a través de los centros educativos. Dentro de este programa contamos con diversos proyectos de innovación educativa que tienen los siguientes objetivos:

  • Usar la tecnología para democratizar el acceso al conocimiento de niños y niñas excluidos de los avances de la revolución digital por problemas socioeconómicos.
  • Generar oportunidades mediante formación en tecnologías de propósito educativo. Enseñar a programar para generar una forma abierta y colaborativa de trabajar y aprender, ayudándoles a desarrollar, más allá de las habilidades computacionales, capacidades necesarias para su futuro educativo y profesional.
  • Empoderar a la mujer reduciendo la brecha de género en las vocaciones STEAM. Y generar conciencia de que las mujeres son parte imprescindible para el avance digital de nuestro país.

En nuestro programa Aquí también trabajamos para llegar a más estudiantes y garantizar su formación continua, así como diversificarnos articulando aquellas acciones que nos permitan luchar contra las brechas de género que limitan la libertad de nuestros chicos y chicas para desarrollar una identidad propia, apoyando su éxito educativo y todo su potencial personal y profesional.

Nuestro itinerario formativo comienza con el proyecto Gen10s, apoyado por Google.org, con el aprendizaje de tecnologías como Scratch y AppInventor, y continúa en secundaria con Mak3rs, con robótica e impresión 3D. Pasar de la programación de software a la de hardware nos permitirá desarrollar la capacidad de pensamiento estructurado en una edad apropiada para ello.

Desarrollamos nuestro trabajo en centros públicos y concertados de precio cero de barrios con una preocupante tasa de abandono escolar. Experiencias previas de nuestro socio BQ con estudiantes que tienen dificultades para aprobar materias basadas en la abstracción demuestran la capacidad de muchos de ellos para obtener resultados muy positivos en el ámbito del making. Esto se está revelando como un importante factor de autoconfianza y reafirmación.

Nuestro alumnado está creciendo dentro de un contexto social complejo: entornos urbanos no inclusivos y comunidades poco cohesionadas donde confluyen minorías religiosas y étnicas con problemas identitarios. Nuestro programa de innovación educativa intenta conectar con las necesidades de su entorno social, ayudándoles a desarrollar proyectos de robótica que les permitan aplicar los resultados de su trabajo en su entorno cotidiano de modo creativo (design for change).

El trabajo en el aula está orientado a proyectos (learning by doing) que se ejecutan en equipos de 2 o 3 personas por cada kit educativo. Se plantean diferentes retos con sus respectivos niveles de aprendizaje, y cada equipo fabrica y programa su propia solución.

La formación al profesorado en los recursos documentales, metodologías y conocimientos busca que el proyecto sea sostenible y que los docentes sean los agentes del cambio educativo. 

De forma transversal, el programa incorpora el desarrollo de competencias sociales y la educación en valores concebida como un proceso creativo y participativo para la formación integral de las personas, encaminado a promover un espíritu crítico. Su objetivo es conseguir una sociedad que sea capaz de corresponsabilizarse para la construcción de un mundo más justo y solidario.

En 2 años, Gen10s ha formado a 5.354 estudiantes (un 49,27% chicas) y 517 docentes de 51 escuelas públicas en 10 comunidades autónomas, y Mak3rs un total de 2.263 estudiantes y 179 docentes. Actualmente trabajamos por llegar a más estudiantes y garantizar la formación continua de los que forman parte del programa, así como diversificarnos articulando aquellas acciones que nos permitan luchar contra las brechas de género que limitan la libertad de nuestros chicos y chicas para desarrollar una identidad propia, apoyando su éxito educativo y todo su potencial personal y profesional.

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