Hace unas semanas podíamos encontrar en las redes sociales una imagen en la que se leía “Ser maestro es…” y la cual nos invitaba a la reflexión. Me pareció una bonita y creativa manera de abrir mentes y presentar un trabajo lleno de amor, vocación y aprendizaje. Se trataba de Raúl Bermejo, maestro de Educación Infantil que posteriormente sorprendió a sus seguidores con su experiencia en el libro Ser Maestro, el cual da la posibilidad a muchos docentes de aportar su granito de arena si no sabe como hacerlo.
Esto me llevó a pensar que actualmente vivimos en una sociedad en la que en la educación encontramos, por desgracia, desigualdad, elitismo, dificultades. Vivimos en un mundo en el que ser médico, abogado o ingeniero está más valorado que ser maestro, a pesar de saber que sin un maestro no hubiésemos llegado a ser nada de lo anterior. Es obvio que se trata de una carrera en la cual no exigen una nota alta y por tanto mucha gente accede por el mero hecho de tener un estudio superior, pero, ¿por qué no valoramos esta profesión? ¿Por qué cuando se nos dan bien otras ramas nuestros profesores nos recomiendan estudiar para trabajar en otra profesión “menos demandada”? ¿Por qué no empezamos los propios profesionales a valorarnos más y aportamos nuestro granito de arena para cambiar esto?
Ya en el s.XIX pedagogos como Friedrich Fröbel se habían dado cuenta de la importancia de una educación temprana en la que la familia es muy relevante para favorecer un buen desarrollo. ¿Por qué entonces en el s.XXI no conseguimos esta unión familia-escuela? Son muchos los docentes que están dedicando su tiempo y esfuerzo a intentar cambiar la perspectiva actual de la educación, perspectiva que infravalora esta labor y en la que todavía existe distancia entre familia y escuela.
Estos docentes están demostrando que la educación tiene que cambiar y dejar a un lado esta lucha sociedad-escuela, para abogar por una enseñanza adaptada al momento en que vivimos y alejada de la enseñanza tradicional, en la que el protagonista solo era el docente.
Nos encontramos con docentes muy conocidos por sus charlas o libros publicados, pero también están aquellos que prácticamente son invisibles porque no muestran lo que realizan en sus aulas al resto del mundo, y no por ello menos importantes. Pero también están aquellos como Raúl, que buscan las herramientas, y ha encontrado en las redes sociales (a través de @thinksforkids) la posibilidad de aportar al resto de compañeros, futuros maestros, alumnos y familias una forma nueva de enseñar, en la que los niños y niñas son los verdaderos protagonistas.
Nos encontramos también con jóvenes que inician carreras que abandonan al segundo año de estudios, personas que comienzan estudios de magisterio y no los terminan, o personas que empiezan otros estudios y al final acaban siendo maestros o profesores. Es el claro ejemplo de alumnos desmotivados que no concluyen sus estudios por querer dedicarse a aquello que les gusta… y, al fin y al cabo, lo importante es acabar donde quieres estar.
Este ejemplo nos sirve para demostrar que debemos dejar ser a los niños lo que quieran ser, si una niña quiere ser bombero no le quitemos la ilusión y si un niño quiere ser bailarín ¿por qué no? Dejemos los estereotipos a un lado y crezcamos con ellos, desarrollemos su creatividad y veamos hasta donde pueden llegar. Tal y como aporta Vygotsky, en su libro La mente absorbente, el niño es una impresión fotográfica que lo capta todo, por ello tenemos que ser un modelo a seguir e intentar ayudar a nuestros alumnos a encontrar su sitio en la sociedad.
Ser maestro significa eso, tener en cuenta lo que necesita el alumno para adquirir aprendizajes útiles para la vida, una profesión en la que recibes lo que das y en la que tienes que comprometerte con la sociedad para crear a los mejores profesionales del futuro. Ser maestro es vocación, y solamente aquellos que la sienten serán capaces de transmitir conocimientos verdaderamente importantes a los alumnos que los reciben. Ser maestro es sentir orgullo cuando oyes a un alumno decir “esa fue mi maestra en el colegio”.
Animo a todos mis compañeros docentes a vernos como un equipo en el que el engranaje falla si abusamos de la competitividad; un equipo en el que, si aportamos nuestro granito de arena, podemos hacer una montaña tan grande que cambie el sistema; un equipo que se siente orgulloso de ser maestro; un equipo que enseñará al mundo que, si los niños aprenden a aceptar la diversidad, no será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia.
Como manifestó Jean Piaget: “El principal logro de la educación en los colegios debe ser crear hombres y mujeres capaces de crear cosas nuevas. No simplemente repetir lo que las generaciones anteriores han hecho”.
Y, para ti, ¿qué es ser Maestro?
Mientras no valore esta sociedad el valor de ser maestr@ infantil no podremos cambiarla.
Ya que la gente se piensa que solo es para guardarles los niños, y no valoran la labor que se hace en las escuelas infantiles. Y parece ser que todavía la sociedad no sabe que es primordial la educación en el plazo de 0 a 6 años para que después puedan desarrollarse con una formación adecuada . Debemos apoyar esta profesión y la cantidad de personas que han decidido prepararse en esta carrera, y darle el valor correspondiente si queremos que cambie a mejor la sociedad. Y ahora es el momento de darle la proyección hacia el futuro. Solo soy un español mas, que veo las pocas ganas que hay de hacer las cosas bien a quien le corresponda.
Ser maestro es llegar al otro y ayudarle con humildad a conocerse a sí mismo. Enseñar dejando hacer, apoyar sin herir, sin humillar, ir despacio: quizás mi ayuda no pueda ser tan rápida como yo desee, quizás necesite asimilar mis conocimientos, quizás no sea el momento… Ser maestro es descubrir al otro y ser capaz de orientarle para que sea él mismo, y que sea capaz con mi guía de aprender por sí mismo.
Ser maestro significa, tener vocación de servicio,ser facilitador del aprendizaje, ser guía del alumno.
¿Qué es ser maestro?, no es ver a las blancas palomitas llegar contentos a la escuela para aprender. Es todos los días trabajar sobre los valores que se debieran construir en la familia y no lo hacen. Es todos los días realizar un trabajo faraónico con los adolescentes que transita esta etapa muy solos, sin ánimo ni expectativas. Es encontrar el equilibrio justo para estos chicos logren diseñar proyectos de vida, frente a un contexto socio-económico y cultural que muchas veces les juega en contra. Es ponerse la “camiseta” de la institución y acompañar a estos jóvenes que buscan insertarse en una sociedad. Ser maestro es ser artesano, es ser trabajador, es ser profesional de la educación. Es dedicarse cotidianamente a llevar un mensaje esperanzador a sus chicos en el que pueda apreciar que la educación puede cambiar una sociedad. Ser docente es cerrar los ojos a la noche y tener la conciencia en paz, sabiendo que enseñamos valores, acercamos conocimiento, revalorizamos el mundo que rodea a nuestros alumnos y de alguna manera le reaseguramos el futuro.
realmente ser maestro es ser como jésus nuestro maestro que orienta, enseña a sus semejantes y ser amor , estar presto a servir con amor, con ejemplos a nuestros semejantes. ser maestro es servir con humildad y formar los hombres del futuro, ser maestro es hacer parte de la profesión más noble de las profesiones. ser maestro es orgullo, gratitud, transmisor de conocimientos y experiencias.
Llevo trabajando en educación 25 años, y aún no encuentro el camino modelo a seguir; y esto es precisamente porque no hay modelo alguno, porque cada ser con el que uno como maestro comparte es único y los grupos son únicos, así que las erxperiencias compartidas por los compañeros muy enriquecedoras, hermosas para ser compartidas como satisfacciones personales, pero no para ser aplicadas; tal vez como sugerencias que deben ser adaptadas a cada situaciòn sí. Gracias por compartir sus expereincias y puntos de vista, hermosos.
Ser maestro (a ) es ser modelo, guía, amigo, estudiante, conciliador, paciente, firme para corregir y humilde para perdonar.
Un maestro aprende cada día con sus estudiantes, enseña con el ejemplo, predica y practica.
Un maestro es un guía especial que te acompaña y en quien puedes confiar siempre.
Ser maestro es sentirte útil y realizado por el servicio que prestas a tus semejantes. Lamentablemente los gobiernos del mundo han cambiado sus propósitos de tener una sociedad educada y le han dado mayor importancia a la economía, la cual tampoco ha podido resolver los problemas de inequidad.
A pesar de ello, debe quedarnos claro que enseñar, educar, es un acto de amor hacia nuestros semejantes. Ésta es la enseñanza de Paulo Freire y como ninguna otra frase, ésta nos señala lo que verdaderamente es ser maestro.
Gracias
isidro
ser maestro es amar: amar a los niños, amar enseñar. amar esas caras y las preguntas que te sacan de contexto que ellos hacen.es pensar que actividad le podes dar para que le despierte interes y aprendizaje en sintesis es amar lo que hago y creer que podemos cambiar algo en el mundo desde nuestro macro y micro mundo que es el aula. besos.
Para mí ser maestro es entregar el ❤️ al momento de enseñar a aprender. Excelente blog
Artículo sumamente interesante para repensar y reflexionar sobre el rol del docente. En ese parecer, maestro para mí quien genera las condiciones necesarias, el clima favorable de aprendizaje. Es quien humaniza la educación, quien se pone en condición de un estudiante, consejero y acompañante.
Maestro es aquel que ayuda a aprender. Un maestro no enseña, ayuda a aprender y aprende a la vez. Con esta premisa da igual la edad que tenga tu alumno, algo que siempre está incurso en todos los artículos y que cada vez debemos empezar a ampliar
Me encanta este articulo ,pero que no se olviden los maestros de inculcar valores ,que los estamos perdiendo
Maestro es aquel que enseña con el ejemplo y pone el corazón en facilitar a sus alumnos herramientas que les ayuden a desenvolverse con autonomía, honradez, coherencia y eficacia en el contexto que les haya tocado vivir.
Los maestros tienen la oportunidad de trabajar de manera conjunta y digna por medio de trabajos interdisciplinarios que pueden dignificar su profesión y ayudan, tanto a los niños como a ellos, a valorar el conjunto de saberes que desarrollan habilidades y que no sólo preguntan: ¿por qué tengo que saber química si quiero ser administrador? ¿de qué me sirvió aprender a tocar un instrumento musical en la secundaria?
Por cierto, el libro de La mente absorbente no es de Vygotsky, sino de María Montessori.
El hacer comparaciones con otras profesiones puede ser muy aventurado, sobre todo si se carece de elementos sustanciales que soporten el comentario.la profesión hay que dignificarla, valorarla con un buen trabajo, hacerla crecer con resultados, las comparaciones nunca serán buenas sobre todo si se sesgan para resaltar lo que a uno le conviene. Por otro lado el maestro ya no debe centrarse en transmitir conocimiento o información y evaluar para calificar , sino más bien su labor debió haber sido siempre la de facilitador y asesor, consejero y tutor de sus alumnos evitando basarse en reglas disciplinarias elaboradas a su capricho y comodidad sin tomar en cuenta la desmotivación que su clase origina a sus alumnos. Yo di clases en todos los niveles educativos y lo primero que sentí y viví fue un serio rechazo de conveniencia hacia todo el profesional que no tuviera la carrera de normalista independientemente de que el maestro fuera bueno o malo y eso no es nada profesional.