¿Cuál es el objetivo de la entidad Justicia i Pau?

Nuestros objetivos los definimos como cuádruplos, puesto que abordamos por un lado la defensa de los derechos humanos; por el otro, la paz y el desarme; la pobreza y la marginación y, por último, el desarrollo de los pueblos del tercer mundo.

El día 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. ¿Qué importancia le otorga  a dedicar un día a estos aspectos?
En cualquier actividad no se trata de concienciar sólo durante un día sino durante todo el año, puesto que esta preocupación tiene que ser permanente. A pesar de ello, poner el foco de atención durante una jornada a un aspecto concreto no me parece mal, ya que se dedican muchas reflexiones y es una buena oportunidad para hacer un buen trabajo de concienciación y sensibilización.

¿Qué mensaje trasladarías a los alumnos durante el DENIP?
Les diría que ni una sola vida humana se puede perder por muy bonitos que sean los objetivos. O dicho de otra forma, que el fin nunca justifica los medios. Y a partir de aquí, cualquier acción bélica tiene que desaparecer y, sobre todo, que los ejércitos no tienen razón de existir.

Una posición radical…
Y así debe ser. Si hablamos de Paz y No violencia, también les diría que la paz es un bien de segunda dimensión. Para tener la paz, primero hace falta que se respeten los derechos humanos, que el medio ambiente esté protegido, que los pueblos se desarrollen, que haya justicia social, que haya desarme… Una vez tengamos todos estos aspectos resueltos, podremos avanzar hacia la paz.

Y, ¿cuál es el camino a seguir para alcanzarla?
Cómo dice la Unesco en el artículo primero de su código fundacional, el mejor camino es sacar la guerra de nuestra mente, pensar que las contiendas bélicas nunca sirven para nada y que los ejércitos son completamente inútiles.

¿Cómo podemos desde las escuelas trabajar para reforzar este mensaje?
Desde las escuelas se hacen acciones, que pueden ser por un lado particulares, trabajando una asignatura o un tema, o más amplias, de carácter multidisciplinar. En los colegios se puede hacer muy buen trabajo, puesto que pueden enseñar qué es la paz con un problema matemático o mediante un capítulo de historia. En muchos centros educativos ya se organizan una semana de la paz, una del desarme, una del tercer mundo… Y tengo la impresión que cada vez se avanza más en esta línea.

Y, ¿qué acciones concretas se pueden llevar a cabo?
Hay muchas acciones que pueden realizarse puesto que el marco es muy amplio porque la paz quiere decir desarrollo, no violencia, derechos humanos, medio ambiente… Pero lo más importante es que se tienen que rechazar las guerras, la pena de muerte y no permitir ni justificar ni una pequeña acción violenta. Con esto se tiene que ser completamente radical, ni una sola vida humana se debe dejar perder nunca si queremos avanzar hacia la paz.

¿Cómo pueden los más pequeños empezar a construir un entorno donde predomine la paz y la no violencia?
Lo primero y más importante quizás es la tarea que tendrían que hacer los medios de comunicación. Cuando conectas la televisión y empiezas a ver que cada dos imágenes que se presentan una es de un señor con una escopeta o una bomba, es evidente que la educación por la paz y el desarme no se está haciendo bien.

Entonces, ¿la culpa la tienen los medios de comunicación?
No únicamente, también la sociedad. Por ejemplo, cuando ves a padres que durante los días de Navidad compran muchos juguetes bélicos a sus hijos y que, por otro lado, les permiten ver todo tipo de películas donde la violencia hace acto de presencia, entiendes que queda mucho camino por recorrer y que debemos trabajar en profundidad.

En este sentido, ¿cuál cree que es el papel que tienen que jugar los padres para difundir y trabajar por la paz?
Yo sigo el ejemplo que mi padre me enseñó. Él fue víctima de la guerra civil española y nos prohibió a todos mis hermanos y a mí tener un solo juguete bélico o leer comics que presentaran signos de violencia. Quizás alguien puede pensar que es muy radical y absoluto, y quizás es así, pero pienso que dio buenos resultados.

Finalmente, ¿cómo cree que pueden ayudar las nuevas tecnologías a transmitir mensajes que refuercen estos valores?
Debemos tener en cuenta que lo más importante no es el canal que transmite un mensaje,  sino la base que hay detrás. Por tanto, lo hagas a través de la televisión o por Facebook, el mensaje siempre será bueno o malo según la base de la que parta. Es evidente que las nuevas tecnologías pueden ayudar a difundir mensajes positivos, pero también es verdad que pueden cambiar mucho el carácter de la gente y convertirlas en más egoístas o fomentar que se relativice la violencia.