Siempre se ha cuestionado acerca de los derechos, y más aún de los que se pregonan desde el interior de la familia. Se ha hablado de unos Derechos Fundamentales mediante los cuales cada quien puede desarrollar sus propias pasiones; efusiones que deben ser interpretadas desde un núcleo social integrador, buscando encontrar la oportunidad de pensar, para dar de alguna manera el sentido al avance uniforme de la existencia. En contraste con esto, gran parte de la sociedad marginada mantiene una relación laboral con los menores con el objeto de ayudar al sustento familiar, interfiriendo con ello en su normal desarrollo.De ninguna manera es responsabilidad de los niños el estar trabajando. Por lo contrario, su papel se enfoca en disfrutar de esos espacios dignos de las maravillosas etapas de juego, imaginación y creación, pero esto se nubla cuando se les quita la libertad con la explotación en el trabajo, atentando contra sus derechos y poniendo en riesgo su salud mental y física. El trabajo es responsabilidad de sus padres, o ¿acaso los hijos pidieron a sus padres traerlos al mundo para que les negaran la oportunidad de aprovechar el presente, dejando secuelas que frustran su futuro?
Desde la Organización Internacional del Trabajo y la UNICEF, se considera el trabajo infantil perjudicial para el desarrollo de los niños, y se asume la importancia de la escolarización y su desarrollo en el ámbito familiar. Sin embargo la mayor parte de los niños que se encuentran en las zonas rurales convierten el trabajo en un cotidiano accionar de padres irresponsables que se creen el dios dominante y utilizan a sus hijos para solventarse económicamente, sin importar el daño que esta práctica les pueda ocasionar.
Los niños son utilizados para trabajar debido a las necesidades económicas que padecen en sus hogares, pero la labor infantil nunca es la solución a la pobreza. Los menores que trabajan frustran su derecho a la educación, y esta situación los condena el resto de sus vidas; pues al someterse a faenas mal remunerados y sin garantías, terminan cansados para cumplir con las actividades escolares o para asistir con regularidad a la escuela, lo que produce bajo rendimiento académico, que a su vez conduce de alguna forma a abandonar el estudio.
¿Se podría considerar la pobreza como la causa del trabajo infantil? La mayoría de los niños que trabajan lo hacen porque sienten la responsabilidad de ayudar a su familia. Según Schibotto, (1990) los niños asumen el trabajo para la satisfacción de necesidades materiales básicas, evitando con ello no ser una carga adjunta, y terminan generando cada día más pobreza, ya que al final terminan con la preferencia del trabajo frente al estudio.
En algunas tradiciones los padres del campo utilizan su poder para obligar a los niños a seguir sus pasos en un oficio determinado desde pequeños, manteniéndolos bajo control, logrando que ni piensen, ni se desarrollen más allá de donde se encuentran, deteniendo su libre albedrío, para tenerlos dominados por medio de cualquier tipo de coerciones.
Es tiempo de poner fin a esta problemática que está afectando la salud física y mental de los niños. Hay padres que sobrepasan su rol parental cuando obligan a los niños a trabajar en una edad que no tiene que hacerlo, padres que les roban el espacio para los sueños y les hacen crecer cansados y frustrados, por no permitirles desarrollarse con algo que es vital como soñar, jugar y lo peor aún estudiar.
Los niños padecen un estado de vulnerabilidad por la presión que ejerce el hogar cuando no tiene con qué sobrevivir, así que caen en medio de la explotación de parte de alguien que tiene el poder de la palabra haciéndoles creer que les están haciendo un bien, sin saber que en realidad lo que hacen es sacar provecho de una situación para que les trabajen por una pequeña remuneración.
De manera que se debe trabajar en pro de mejorar la calidad de vida de los niños, erradicando estas costumbres familiares para que se le respeten sus derechos. Para ello, se requiere apuntar a la inversión social, sobre todo para garantizar el derecho a la educación como herramienta que abra las puertas a las oportunidades, además, de sensibilizar a los padres de familia para que no consideren el trabajo infantil como solución a sus determinadas circunstancias, sino que por lo contrario, se involucren en programas recreativos para que los niños aprovechen su tiempo libre y se puedan desarrollar plenamente, para que sean hombres de bien en un futuro próximo.
Buenas tardes
Bueno yo estoy deacuerdo en Los derechos de los niños porque ellos tienen que ser libres, hay muchos Padres que no se dan en cuenta que ellos son pequeños, los niños tienen que estudiar para q sean alguien en la vida.
Muy bien si han publicado sus derechos del niño o niña, pero no se olviden también debe ser publicado a la par sus deberes,
Excelente reportaje.
Artículo interesante. Pero se enfoca en niños y padres básicamente en una relación dañina para el niño. Sin embargo ha habido niños que conozco y que han trabajado desde niños y ahora son excelentes profesionistas y muy exitosos. La labor del maestro también es muy importante y vale la pena considerarla como parte de su profesionalismo del cual se olvidan por defender sus privilegios económicos y vacacionales. Bien dicen que los derechos se escriben para que se respeten pero el ser humano siempre tiende a violarlos sin importar contexto, profesión o estado social.