En la actualidad, están surgiendo muchas metodologías educativas supuestamente revolucionarias. A grandes rasgos, se puede decir que una metodología tiene que tener en cuenta las diferentes competencias que se quieran desarrollar, al mismo tiempo que debe implementar el aprendizaje de ciertos conocimientos de una materia en concreto, sin olvidar la atención a la diversidad, los diferentes estilos de aprendizaje y los intereses de los alumnos.
Cada una de esas nuevas metodologías defiende que esos objetivos se pueden conseguir mediante su uso. Hasta cierto punto, se podría decir que son aspectos alcanzables, tanto con cualquier metodología como con ninguna. Y es que, al final, en gran medida, un porcentaje muy alto del éxito de una metodología no depende de su teoría, sino de su puesta en práctica, y esa es labor del docente. El profesor es el que va a lograr que una metodología funcione, no por la metodología en sí misma, sino por su manera de aplicarla, por su adaptación a un contexto concreto de enseñanza y aprendizaje, por su flexibilidad y por su capacidad de cambio y reestructuración sobre la marcha. Un profesor es un observador creativo y, en muchas ocasiones, espontáneo: tiene que estar preparado para salir al paso “de lo que surja”, con los recursos que tenga a su alcance.Sin duda, las denominaciones impactantes con las que se etiqueta a esas nuevas metodologías hacen que nos fijemos más en ellas, con nombres contundentes y llamativos como visual thinking, gamificación, critical thinking o flipped learning, encandilando a los estudiantes con nuevos recursos, materiales y tecnología punta. La teoría metodológica puede ser interesante y atractiva en su presentación, como acabamos de ver, y puede resultar muy útil y motivadora para los estudiantes, pero la práctica depende del docente. Y no es blanco o negro, no es aplicar ocho puntos mágicos o seguir una infografía. Es observar cómo reaccionan los alumnos en cada momento, modificar, cortar una hoja en trozos y escribir rápidamente algo para ampliar una actividad, cambiar el tema porque no resulta atractivo para los estudiantes, usar la pizarra o llevar algo preparado por si internet no funciona…es el día a día.
Además, dependiendo de los estilos de aprendizaje de esos alumnos, de sus distintas personalidades e intereses, puede no resultar tan sencillo. Hasta una metodología basada en la gamificación podría resultar repetitiva o aburrida. Tener en cuenta diferentes metodologías puede aumentar la motivación y las competencias implicadas, preparando al discente para enfrentarse a diferentes formas de enseñanza y aprendizaje, pero nunca debemos perder la perspectiva. En referencia a eso, dejamos una pregunta en el aire, para la reflexión: la metodología o los recursos ¿son siempre un medio o pueden llegar a ser un fin en sí mismos?
Retomando el tema, según los puntos anteriores, creo que no es aventurado decir que cada aula y cada profesor suponen una multimetodología en sí mismos. Y lo veo positivo. Probamos diferentes ideas, experimentamos, buscamos los mejores resultados, los más motivadores para los alumnos.
Pero ninguna metodología es perfecta.
Metodologías tradicionales y actuales se entremezclan, y deben entremezclarse, desde mi punto de vista, para ofrecer una experiencia más enriquecedora para los estudiantes. La autonomía implícita en la clase invertida o flipped learning, la tolerancia y capacidad de trabajo en grupo del aprendizaje por proyectos o del aprendizaje cooperativo, las competencias digitales que acompañan a CALL, la personalización del aprendizaje, tomando en consideración las inteligencias múltiples, o la competencia lingüística en su máxima expresión mediante AICLE o aprendizaje bilingüe o plurilingüe, entre muchas otras posibilidades, como trabajar sin libros de texto o sin asignaturas ni exámenes.
La base del triángulo es el docente. Podemos tener una metodología de cabecera pero, irremediablemente, muchas otras dejarán, y así debe ser, su pincelada a lo largo del curso. Esto enriquece la docencia y amplía las competencias y el aprendizaje de los alumnos.
Un último detalle, dentro de lo posible, que no nos impongan la metodología. Debemos sentirnos cómodos con ella. No todos enseñamos del mismo modo y eso no quiere decir que unos seamos mejores que otros ni que una metodología sea mejor que otra. Podemos tener una metodología y unos recursos modernos, pero el profesor puede ser un portento hablando y ofrecer unas clases magistrales que enganchen a sus alumnos, mientras que todos, docente y estudiantes, pueden perderse con nuevas ideas y recursos. No debemos permanecer anclados en el pasado, por supuesto que no, pero, con una metodología base, sea la que sea, donde nos sintamos cómodos, todo lo demás irá llegando, como siempre, mediante la experiencia y la experimentación.
La multimetodología es un hecho y una necesidad, derivada de la realidad de las aulas y de la increíble y admirable capacidad de los docentes para adaptarse a su contexto. La teoría se construye desde la práctica. La práctica la hacemos los docentes. La innovación está en las aulas. Nos pertenece. Los profesores la generamos, la modificamos y la mejoramos, luego, probablemente, serán otros los que escribirán sobre ella.
Existen muchas metodologías,
Como docente recomiendo el Método TET
para usar en centros infantiles que tengan inglés
Nel prro
Buenas Emilio, pues creo que en el propio post hay algún enlace al respecto.
Yo he visto algo por Twitter últimamente, experiencias de profesores a ese respecto.
Sobre referencias concretas no tengo ninguna, pero creo que sería un tema muy interesante a desarrollar directamente relacionado con la atención a la diversidad y la personalización del aprendizaje.
Pienso, realmente, que muchas metodologías denominadas como activas que tenemos hoy en día son combinaciones de metodologías.
Si me encuentras por twitter @imgende
podrás ver “un momento” denominado Experiencias del aula, hay podrás ver ejemplos de esas mezclas.
Lamento no poder ser de más ayuda para referencias concretas, haría falta una búsqueda, creo que sería, realmente un trabajo muy interesante.
Un saludo
Ingrid
Buenas tardes, Ingrid. Me sumo a las alabanzas a tu trabajo. Enhorabuena. ¿Podrías facilitarme alguna referencia que desarrolle este concepto de la multimetodología? Gracias.
Muchas gracias por tus palabras Alberto!
La Metodología es entre otros medios un Instrumento, que permite al docente vislumbrar su capacidad y actitud frente al alumno, que finalmente se traduce en un enjambre de conocimientos apetecibles por nuestros estudiantes. En este articulo se estima con gran análisis y profundidad, la importancia y su marco dentro de la Pedagogía Moderna.
Muchísimas gracias por los comentarios!!
Estoy totalmente de acuerdo, deberíamos utilizar diferentes metodologías, pues, esto nos va a enriquecer como profesionales y con ello vamos a fomentar la innovación en las aulas. Hay que evitar la monotonía en el sistema educativo e incentivar el aprendizaje de los niños adoptando métodos nuevos para que cada día se sientan con ganas de descubrir y aumente su interés.
En primer lugar, agradecer a Ingrid por compartir con todos nosotros sus opiniones y reflexiones.
Se trata de un artículo muy interesante, con el estoy totalmente de acuerdo, ya que caer en el error de decantarse por una sola metodología nos conduce a una rutina que termina por aburrir a los discentes.
Al igual, que no debemos dejar que nos digan de qué manera desarrollar una clase puesto que al tratarse de algo impuesto el docente no se siente libre para hacer y deshacer a su antojo en función de las condiciones frente a las que se encuentre. Por lo que lo ideal sería dejarse llevar, teniendo en cuenta los intereses de los alumnos y en base a ello desarrollar las sesiones que les resultarán mucho más interesantes.
Muy interesante el artículo de opinión. Estoy de acuerdo con que es importante no caer en una sola metodología didáctica en el aula, aunque esta sea de las más actuales, aunque esto no significa que las metodologías didácticas no sean importantes, ya que según mi punto de vista, enriquecen las experiencias educativas que se pueden desarrollar en aula, motivando a los estudiantes y facilitando el proceso de enseñanza – aprendizaje, siempre y cuando estás sean implementadas de manera efectiva por el docente.
Buneas, muchísimas gracias por todos los comentarios.
Me alegro de que el artículo os haya parecido interesante y vuestros comentarios no hacen más que enriquecerlo.
Un saludo
Gracias Ingrid, por compartirnos tus reflexiones. Yo asocio esto de las metodologías con el pensamiento procedural, el cual queda rebasado por el pensamiento estratégico que es capaz de responder a las contingencias y a la aleatoriedad de la realidad; en el ámbito cognoscitivista y de teoría de sistemas, el pensamiento estratégico, sería el equivalente al concepto de metaconocimiento y metametodología respectivamente
Un buen artículo para reflexionar sobre el manejo y uso de las metodologías. De hecho un buen docente debe conocer y poner en práctica muchas metodologías de acuerdo al desarrollo y logro de una competencia y capacidad del estudiante.
Un artículo que me permite reflexionar sobre el uso de las metodologías. Un docente tiene que conocer y poner en práctica un conjunto de metodologías para cada competencia, cada contexto diferente, porque no todos los métodos pueden funcionar igual en contextos educativos diferentes y en el logra de una competencia y capacidad. El docente es la que deberá escoger cuál de ellos funciona mejor. Gracias.
En política sucede que llega un nuevo régimen y hecha abajo todos los esfuerzos ganados por el régimen anterior. En educación si los maestros no se pone de acuerdo para trabajar en equipo cualquier metodología buena o mala puede pasar inadvertida reflejándose en el bajo rendimiento de los alumnos. La educación sufre un fenómeno expansionista en donde las variables se hacen infinitas comenzando tanto en secuencias didácticas como en modelos pedagógicos que al llegar al aula solo causan desgano y desmotivación en los alumnos porque al final de cuentas el maestro prefiere recurrir a las reglas y normas para controlar a su grupo olvidándose de que la diferencia entre paidología y andragogía cada vez es más grande tanta como la hay entre alumnos y maestros.
Me gusta el articulo. No hay ninguna metodología que sirva para todas las clases, ni para todos los alumnos, ni tampoco para que todos los profesores las utilicen. Por mucho que sea innovadora si no te sientes cómodo con ella no servirá para nada y será contraproducente
Muy acertado el artículo. Las diferentes metodologías deben interconectarse y cada momento y cada aula se adecuara a una o a otra depende de la capacidad del profesor para hacerlo llegar a sus alumnos.