¿De dónde viene su pasión por las matemáticas?
Cuando era niño, en el Instituto, disfrutaba del proceso de proponer una pregunta interesante y utilizar las herramientas de la mente para solventarla. Gozaba del propio hecho de poder preguntar cuestiones inquietantes y resolverlas con la única ayuda de mi mente y un papel.
Según su opinión, ¿qué aportan las matemáticas a la vida real?
Si tenemos en cuenta que en la mayoría de empleos actualmente se utilizan ordenadores y softwares, entonces parece obvio afirmar que el conocimiento de las matemáticas se ha convertido en un aspecto muy necesario. Aun así, personalmente, creo equivocada la idea de que se enfoque la enseñanza de las matemáticas al entrenamiento para un futuro trabajo.
Entonces, ¿cómo se debería enfocar?
El objetivo de la educación − por el cual me he convertido en profesor − es enseñar a los estudiantes a pensar de una forma productiva, provocar que se pregunten y reflexionen sobre aspectos que les inquietan. Que aprendan a pensar más despacio y en profundidad sobre distintos tópicos y no rápido y de forma impulsiva.
¿Vivimos en una sociedad analfabeta a nivel matemático?
En los Estados Unidos estamos trabajando en la mejora de la enseñanza de las matemáticas y creo que lo estamos haciendo bastante bien. No hay evidencias que demuestren que sufrimos de una falta de conocimientos en ciencias y matemáticas. De todos modos, me refiero a lo que conozco, es decir, a la educación de los Estados Unidos.
¿Cómo se puede potenciar esta materia?
Nuestro presidente, Barack Obama, presentó en campaña grandes iniciativas para que haya más profesores de esta disciplina, sabiendo que la educación en ciencias y matemáticas favorecerá nuestra economía y será beneficiosa para nuestra sociedad. Creo que avanzamos en el buen camino.
¿Por qué muchos niños odian esta asignatura?
Debido a que no enseñamos esta disciplina de una forma interesante. El problema es que limitamos la enseñanza de las matemáticas al cálculo formal, abstracto, plasmando números en un papel, aplicando simplemente fórmulas.
¿Cuál es el motivo por el que se enseña de esta forma?
El sistema tradicional facilita la evaluación y requiere menos conocimientos conceptuales por parte del profesorado. Pero, como digo, le quita todo su interés.
¿Cómo se puede incrementar el entusiasmo de los alumnos por aprenderlas?
Por ejemplo, enfatizando en otros aspectos que son más interesantes que simplemente a poner números dentro de las fórmulas. Aspectos como el análisis del contexto de las preguntas planteadas, formulando más preguntas sobre la cuestión central, redefiniendo la pregunta para hacer reflexionar a los alumnos sobre qué se les está preguntando y qué necesitan para resolverlo…
¿Qué opinión tiene respecto a los actuales libros de texto?
Se están mejorando pero siguen muy centrados en el desarrollo de las habilidades básicas y no se focalizan en aspectos interesantes como el análisis profundo de las preguntas planteadas. El hecho de que los libros se impriman en papel limita la adhesión de contenido que contextualice las preguntas y dé información que amplíe los conceptos expuestos.
¿Cómo deberían enseñarse las matemáticas en clase?
Los alumnos deben ser capaces de sumar, restar, multiplicar y dividir rápidamente. Pero si tenemos en cuenta que en la actualidad la mayoría de estudiantes tienen en sus bolsillos dispositivos móviles que cuentan con calculadora, ¿de qué sirve centrar la enseñanza en saber hacer multiplicaciones de tres dígitos?
Parece que de poco…
Lo que deben aprender es a saber cuándo deben multiplicar y cuándo deben dividir, saber qué sucederá cuando hayan terminado el cálculo y qué significa ese resultado. Asimismo, más importante que conocer exactamente el resultado de un cálculo matemático es interesante que los estudiantes puedan estimar el número final de una operación compleja, para poder desarrollar así su capacidad abstracta.
¿Están los profesores de matemáticas preparados para enseñar con nuevos métodos?
Existe un amplio abanico de formación para el profesorado en todo el mundo, por lo que hay profesores mejor y peor preparados. Debemos seguir trabajando para que los profesores aprovechen en clase todas las herramientas de las que disponen en la actualidad mediante una buena formación.
¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías?
Históricamente siempre se han ido inventando nuevas herramientas que han ayudado al estudio de las matemáticas. Actualmente, las nuevas tecnologías juegan un papel determinante ya que nos empujan a cuestionarnos el paradigma educativo tal y como lo conocíamos. Está claro que, como decíamos antes, enseñar únicamente a hacer cálculos mentales ya no es una prioridad.
¿Debería modificarse el sistema educativo actual para mejorar el aprendizaje de las matemáticas?
Sí, claro. Creo que no habrá nadie que diga que enseñamos perfectamente esta asignatura en las escuelas. Por este motivo, las preguntas clave deben estar encaminadas a resolver qué debemos mejorar y cuándo. Son decisiones críticas, sin respuestas rápidas, lo que convierte la educación en un sector extraordinario en el que trabajar, ya que nos plantea constantemente retos muy interesantes.
Estamos convencidos que la matemática es muy importante en el quehacer diario de las personas, entonces es tarea de los maestros, enseñar de la forma más divertida despertando el interés en los estudiantes aprendiendo de manera significativa para la resolución de sus problemas.