Aprendizaje activo con YouTube: mucho más que ver vídeos

  • Por Ingrid Mosquera Gende
  • Opinión

Ingrid Mosquera Gende

Profesora adjunta en la Universidad Internacional de La Rioja. Dpto. Inglés. Facultad de Educación. Doctora en filología inglesa. DEA en Psicología de la Educación. Postgrados en Alteraciones de la Audición y el Lenguaje y en Estrategias de Aprendizaje. Máster en Docencia Universitaria.

Somos conscientes de que YouTube es únicamente una opción más en el variado y nutrido universo audiovisual pero, en esta ocasión, vamos a dedicarle nuestro tiempo, por su variedad, accesibilidad, carácter intuitivo y gratuidad, sin obviar que existen otras posibilidades disponibles. Recordemos que YouTube no es una plataforma educativa, sino de carácter general.

Aprendizaje activo con youtube: niños y niñas bailando, escuchando música, con la tablet...

En ocasiones anteriores pudimos ver algunas aplicaciones didácticas de YouTube, desde el visionado de vídeos, pasando por la generación de debates para tratar ciertos temas en el aula, así como para reflexionar desde el punto de vista docente o tocar aspectos tan delicados como la seguridad en la red. Igualmente, ya habíamos visto algunas propuestas en YouTube sobre la atención a la diversidad.

Llegado este punto, deseamos dar un paso más hacia una metodología activa, en la que sean los alumnos los que creen o editen su propio material. Dejando a un lado a los profesores YouTubers y las posibilidades de esta plataforma para el aprendizaje autónomo, planteamos que sean los estudiantes los protagonistas y autores de contenidos audiovisuales, con una interacción real en YouTube. Veamos algunas opciones interesantes.

Privacidad en YouTube

Al comienzo de este post, destacábamos el carácter abierto de YouTube como algo positivo, sin embargo, el hecho de no ser una herramienta específica para los más jóvenes puede suponer un problema relacionado con la privacidad. Veremos que hay diferentes modos de afrontar este inconveniente.

En primer lugar, según la edad de los niños, si vamos a publicar vídeos en los que aparezcan, deberemos contar con el consentimiento de la familia. Si estamos realizando trabajos manuales, como un lapbook o un proyecto, y queremos documentarlos por medio de un vídeo, podemos optar por filmar únicamente sus manos, sacarlos de espalda, difuminar su cara o plantarles un emoticono delante. Igualmente, podrían aparecer siempre disfrazados. Es cuestión de gustos.

Debemos recordar que YouTube ofrece la posibilidad de que los vídeos sean públicos, pero también pueden ser privados u ocultos, siendo la opción privada la que, a priori, puede parecer más adecuada para el trabajo con los pequeños.

Además, podemos gestionar los comentarios que vamos a permitir en nuestros vídeos: desde ninguno, pasando por una moderación previa a la publicación de los mismos o incluso prohibir todos los comentarios, para evitar sucesos desagradables y completamente inapropiados.

Creación y Edición de Vídeos

Como ya hemos indicado arriba, existen muchas posibilidades de edición. YouTube nos ofrece herramientas básicas de recortado o de inclusión de algunos elementos extra, como puede ser la inclusión de enlaces a otros vídeos. Aunque poco sofisticadas, son propuestas recomendables por la sencillez de su uso.

Para la grabación y edición previa del vídeo, si se desea hacer algo de ese estilo, se pueden emplear programas gratuitos como Screencastomatic, Loom o la propia cámara de los móviles. Si grabamos con nuestro Smartphone, podemos usar la aplicación Quick para la edición, así como otros programas gratuitos del ordenador.

Canales y Playlists

Con las grabaciones de los pequeños podremos crear un canal de YouTube y podríamos, o podrían, elaborar diferentes playlists, para tener los vídeos ordenados, tanto los que ellos creen como los que editen o modifiquen, además de otros que estén relacionados con un tema en concreto. Esto puede ser útil para nosotros como docentes, crear listas de vídeos sobre temáticas concretas para poder compartirlas con nuestros estudiantes.

Subtitulado

Los vídeos de YouTube tienen la opción del subtitulado, tanto automático, como manual. Algunos vídeos ya publicados tienen subtítulos creados por su autor o por miembros de la comunidad, pero otros vídeos tienen la opción de ver subtítulos autogenerados. Como cabría esperar, esos subtítulos automáticos contienen errores, y ese puede ser un buen ejercicio de corrección: localizar y corregir los fallos detectados en el subtitulado automático de vídeos de YouTube.

Por otro lado, uno puede subtitular sus propios vídeos u otros que estén abiertos a contribuciones de miembros de la comunidad. De nuevo, muchas opciones se abren ante nosotros. Un ejemplo sería crear un vídeo en un idioma y subtitularlo en otra lengua, o lenguas. Esto podría suponer el desarrollo de proyectos que incluyesen diferentes asignaturas y cursos (creamos un vídeo sobre historia en castellano, y otros alumnos, dependiendo de las edades, lo subtitulan en castellano, otros en inglés, otros en francés, etc.), incluso podrían participar alumnos de diferentes centros educativos o distintos países.

Grupos privados en YouTube

Si antes veíamos cómo podíamos crear vídeos privados, para pasar el enlace únicamente a los estudiantes de la clase, todo ello se puede gestionar más fácilmente creando un grupo de chat privado en el que es posible compartir vídeos y enlaces, además de hacer comentarios. Esta opción, poco conocida, puede ser muy útil para el trabajo en el aula. Se debe tener en cuenta que solo es válida para la aplicación de YouTube, descargable en móviles y tablets.

Esta posibilidad puede permitir que los alumnos debatan entre sí sobre los contenidos de un vídeo en un entorno controlado y sin interferencias externas. En este contexto los comentarios pueden ser una herramienta de gran utilidad.

Os invito a pasaros por mi canal de YouTube sobre herramientas digitales básicas para docentes inexpertos o por mi playlist sobre YouTube, para poder encontrar más información que os pueda dar ideas y, sobre todo, para ver que, si yo puedo, todos podemos. Seguro que nuestros alumnos nos enseñarán mucho más sobre ello, ya que siempre van un paso, o diez, por delante.

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