Cuatro formas de implementar audiolibros para la enseñanza de historia

Ana Inés Rodríguez

Profesora y Doctora en Historia por la UNLP – Argentina. Luego de trabajar por más de una década en el ámbito académico y educativo, amplió su vocación a la divulgación y comunicación de su disciplina de estudio.

Con una preponderancia cada vez mayor de la imagen, es necesario afinar las estrategias para el recurso narrativo verbal. La lectura por períodos de tiempo extendidos resulta cada vez más difícil. Este es el caso no solo para los nativos digitales (los estudiantes de hoy) sino incluso también para las generaciones que no crecieron con entretenimiento a demanda siempre disponible a través de las pantallas. Todos hemos perdido un poco la capacidad de atención frente a los textos que necesitan un desarrollo extenso para dar (un gran) sentido. 

Cuatro formas de implementar los audiolibros en la enseñanza de Historia

En lugar de batallar para intentar recuperar ese paraíso perdido a la fuerza, hay otras maneras de conciliar con la narrativa, que son los audiolibros, que nos ayudarán en la transición de regreso a la lectura. Aquí examinaremos cómo podemos usarlos para estudiar historia, que es nuestra especialidad: 

  • Escuchar audiolibros de historia. Este es el más obvio de los usos, pero no está de más mencionarlo. Es posible encontrar audiolibros online sobre diversos períodos y sitios del mundo. Por ser un recurso auditivo, podemos apostar por una comprensión más rápida que con la lectura tradicional en papel. Podemos apoyar esta escucha con material gráfico, como líneas de tiempo, mapas y redes conceptuales.
  • Escuchar biografías y memorias. Hay numerosos audiolibros con biografías de personajes de todos los períodos que abordemos y se pueden usar como casos, paradigmas o anclajes (completa o fragmentariamente). Estas piezas tienen ambientación de época, pasajes y citas. Hacen una experiencia inmersiva que definitivamente queremos para la enseñanza de un período histórico. 
  • Escuchar novelas históricas. Se trata de usar obras literarias escritas en un período reciente pero que ilustran, si no hechos históricos, al menos una pintura de época. Podemos usar fragmentos o, como proyecto de clase, trabajar con una novela completa para un proyecto de fin de cursada. Lo más interesante de estas novelas en audiolibro es que además de la narración y los diálogos actorales, tienen sonidos de ambientación.
  • Escuchar obras literarias del período (si aplica). Esta es una manera de estudiar cómo al menos una persona (el escritor) decidió representar la sociedad en la que escribió su obra. Si tomamos obras clásicas podemos incluso trabajar transversalmente con el área de literatura. Mucho se ha discutido sobre la literatura como un reflejo o representación de una época determinada y no nos adentraremos en ese debate, pero sí rescataremos que una obra puede usarse (completa o fragmentariamente) como una fuente histórica para el estudio de un determinado período. Podemos seleccionar diversos pasajes de audio para analizarlos y contrastarlos, tanto de literatura clásica como cuentos o coplas populares, leyendas o fábulas.

Todos estos recursos pueden ser complementarios a las lecturas, a las que no reemplazan pero complementan. Seguramente cada profesor tome distintas estrategias online, pero es hora de prestar atención a los audiolibros, desde la escuela, pues muchas editoriales están ampliando allí su catálogo y es bueno adaptarnos temprano a este cambio junto con los estudiantes.

Comentarios(5)

  • Es una suerte poder contar con todos estos recursos para enseñar y aprender historia. Los audiolibros son una forma fantástica que amenizar el aprendizaje y conseguir que los alumnos se interesen más por la historia.

  • Muchas gracias Ana por el aporte, definitivamente los audiolibros son de gran ayuda para el proceso enseñanza aprendizaje, especialmente si han sido diseñados para los niños y jóvenes, con un lenguaje atractivo, claro, incluso divertido, una voz encantadora que mantenga la atención de los niños y niñas.

  • Me parece eficaz el hecho de querer agregar audiolibros en el aprendizaje de historia ya que al contener tantos datos informativos y fechas exactas un audiolibro ayuda a receptar de mejor manera la información y de uno u otro modo ayuda a la naturaleza para evitar la tala de árboles. Sin embargo también es importante el mantener presente el hábito de la lectura y más aún en las nuevas generaciones.

  • Los audiolibros para enseñar historia son importantísimos para un rápido y efectivo aprendizaje para el alumno. Gracias por el post.

  • Considero importante el redirigir nuevamente la lectura, en lo personal continuo con libros impresos en papel, pero si puedo escucharlos también es positivo: no debemos dejar de “leer”

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