No es desconocido que “El Principito” de Antoine De Saint-Exupéry lleva más de setenta años impactando a sus lectores, por la candidez y dulce inocencia con que, aparentemente, el protagonista aprende sobre los personajes que encuentra en su viaje. Sin embargo, el verdadero educador es justamente este personaje; un niño de figura frágil realmente porta una fuerza, convicción e inteligencia que permite que nos enseñe valores humanos fundamentales en la formación ciudadana. Enseña el rol protagónico que tiene la infancia y la capacidad que niños y niñas tienen para opinar y cuestionar al mundo adulto en pro de corregir decisiones con egoístas fundamentos. Es un texto que anima a debatir.
El libro es corto, y si bien puede ser complejo en una primera lectura para niños y niñas de menos edad, su lectura puede ser facilitada al contarla por partes, sobre todo, en los primeros años de escolaridad o incluso en educación pre-escolar.
Una idea es trabajar algunos capítulos desde obras con títeres por ejemplo, o bien, mediante apoyo de recursos digitales como esta película que está bien diseñada para estudiantes entre los 5 y 8 años.
La obra, muestra el valor de la empatía y responsabilidad social; estos valores requieren ser potenciados transversalmente en todo nivel de escolaridad; de ello depende que no perdamos el sentido humano imprescindible en la educación para lograr una efectiva formación ciudadana donde se instale la cooperación, la comunicación y el diálogo. Por ejemplo, para niveles escolares secundarios, puede ocuparse su encuentro con el personaje el farolero; allí muestra un análisis sobre el sentido de responsabilidad social. Pueden ocuparse diversos apoyos a este respecto. Por ejemplo, el del sociólogo polaco Z.Bauman, fallecido a sus 91 años el año 2017; este autor nos dejó una serie de reflexiones asociadas a varias de las ideas de El Principito; por ejemplo, en su obra “Modernidad Líquida”, alude al mismo análisis sobre el uso del tiempo, sobre el sentido de comunidad, sobre el fin de ser personas; sobre el egoísmo. Un buen recurso digital para reforzar este aprendizaje. Por lo tanto, la alianza entre la obra De Saint Exupéry y la filosofía, es otra oportunidad para aprovechar este recurso en el currículum de los aprendizajes, no solo para la implementación valórica sino también, el uso de pensamiento crítico.
Incluso, es admisible poder apoyarse en este ícono de la literatura, a través del trabajo en buen uso de redes sociales; podríamos reflexionar desde esta esencia fundamental de la vida social, sobre la importancia de ir haciendo una revisión del modo en que estamos, o cómo enseñamos la expresión comunicacional desde el uso de redes sociales; pareciera que atender lo invisible a los ojos, es un nuevo desafío ocupando la tecnología; este recurso tan valioso, es también un apoyo para generar procesos reflexivos hacia aquello que hay detrás de los posteos que hacen las personas en sus redes sociales, por ejemplo, basta con ocupar la emblemática frase “Lo esencial, es invisible a los ojos” para promover valores profundos y capacidades como la empatía y la cooperación.
Un libro muy padre, me encanta.
Muy bien Paulina, me diste un flash; también trabajo en educación. Gracias por la inspiración.
Felicitaciones Pauli
Es un gran aporte para la formación de nuestros niños
Sabiduría y Amor son fundamental en educación
Felicitaciones Paulina por este artículo que puede ayudarnos en el trabajo con nuestros estudiantes!!
Que importancia es cuando un profesional relaciona el relato del Principito con la realidad de hoy
Felicitaciones Paulina
La mejor demostración que esta obra de Saint Exupery, es siempre fascinante y enriquecedora se debe a que jamás se la menciona en la Televisión, al menos acá en Chile.