¿Cuál cree que es el propósito de la educación?
El propósito de la educación formal ha de ser el de preparar a los niños para los retos de su futuro. Por lo que creo que nuestro trabajo como docentes debe ir encaminado a que ellos puedan sacar el máximo potencial de sus vidas.
¿Cree que las políticas educativas están alineadas con su visión de la educación?
No estoy del todo seguro, ya que algunos políticos creen que el objetivo de la educación debe ser conseguir que los estudiantes se interesen por ciertas materias o que el mayor número posible de ellos entre en la universidad. Por lo que no existe una comprensión real de lo que debe ser la educación.
En esta misma línea, ¿qué tipo de contenidos deben enseñarse en las escuelas?
La realidad en Gran Bretaña, y en muchos otros países, es que estamos tan obsesionados en determinar el contenido del plan de estudios, que nos estamos perdiendo la parte más importante: centrarnos en conocer cómo los niños aprenden.
¿Qué es lo que deberíamos estar haciendo?
Lo que necesitamos hacer es asegurarnos que nuestros niños desarrollen ciertas habilidades que les permitan aprender por ellos mismos, que sean capaces de desafiar a las preguntas, de innovar…
¿Cuáles son las habilidades más importantes?
Tomar riesgos, ser capaces de descubrir nuevas cosas, tener independencia, la colaboración, el trabajo en equipo, la creatividad, la resolución de problemas… Éstas para mí son el tipo de habilidades que deberíamos tratar de desarrollar.
¿Destacarías alguna otra habilidad relacionada con la tecnología?
En este sentido, debemos entender la complejidad de la vida de nuestros niños, ya que están expuestos a más información que cualquier otra generación en el pasado. Por lo que también es importante que sean capaces de evaluar esta información, de saber si es real o ficticia y de determinar qué significa para ellos y cómo pueden utilizarla.
¿Cómo convencer a los políticos para adaptar el sistema educativo a las necesidades reales de los estudiantes?
Lo que necesitamos hacer no es persuadir a los políticos, ya que ellos aplican las políticas que pide la sociedad, sino que debemos focalizarnos a hacer comprender a los padres y profesores sobre la necesidad de educar a nuestros estudiantes para que puedan afrontar los retos que les deparará su futuro.
¿Es optimista al respecto?
Puede sorprender a mucha gente, pero soy increíblemente optimista. Quizás no lo soy tanto a corto plazo, pero sí en el largo plazo, especialmente cuando observo a la generación de jóvenes que están completando ahora su educación.
Es decir, los futuros padres…
Estoy seguro que ellos estarán preparados para aceptar cómo debe funcionar el sistema educativo y creo que esta generación cambiará el sistema, ya que saben que el actual no es suficientemente bueno y no enseña lo que realmente es necesario.
La generación del cambio.
Se trata de una generación que no se muestra pasiva y que intenta provocar cambios. Sólo hay que ver con qué fuerza reivindican sus creencias a través de las redes sociales cuando consideran que algo debe transformarse.
¿Cuál cree que es el rol de los profesores actualmente?
Lo importante es que los profesores se den cuenta que ya no son los guardianes del conocimiento. El rol de los docentes no es sólo el de enseñar contenidos a los estudiantes sino el de facilitadores del aprendizaje. Debemos ser mentores, guías, coaches de nuestros alumnos… Debemos desarrollar el potencial del ser humano.
¿Cuáles destacarías como las tres habilidades más importantes del profesor del siglo XXI?
La empatía es enormemente importante para entender qué motiva e interesa a nuestros estudiantes. Ser inspirador y un líder, aspecto muy relacionado en no sólo saber hablar sino también escuchar. Y la última habilidad que destacaría es la de saber aprender por uno mismo.
¿Cree que los profesores tienen estas habilidades?
En mi trayectoria profesional, me he encontrado con profesores que realmente sí las tienen, pero hay muchos otros que no. Lo que deberíamos preguntarnos es: ¿estamos atrayendo a la gente correcta para ejercer esta profesión? Y cuando seleccionamos a estas personas, ¿las estamos entrenando de la mejor forma? Mi respuesta a ambas preguntas es no, no lo estamos haciendo.
Usted convirtió una de las peores escuelas de Gran Bretaña en una de las más valoradas e innovadoras. ¿Cuál es la clave del éxito?
Principalmente el compromiso absoluto de que el aprendizaje debía ser relevante para nuestros estudiantes y que debíamos crear oportunidades prácticas para que ellos pudieran, no sólo escuchar los contenidos por parte de los profesores, sino aplicar de forma inmediata las habilidades y conocimientos que habían aprendido.
¿Cuáles son las principales diferencias entre la Grange Primary School y las demás escuelas?
Nuestro plan educativo estaba enteramente enfocado a lo que nosotros creíamos que era lo correcto para nuestros estudiantes. Muchas escuelas se sienten tan presionadas para satisfacer a sus políticos, padres, instituciones gubernamentales… que olvidan lo que realmente necesitan sus estudiantes.
Según su opinión, ¿cuál es la importancia de las nuevas tecnologías en educación?
Tradicionalmente en educación nos hemos centrado más en determinar cómo controlar a los estudiantes que en saber cómo empoderarlos. Creo que el actual debate sobre el uso de las nuevas tecnologías y, especialmente, de los dispositivos móviles, es el corazón de nuestro miedo. Lo que debemos entender es que los estudiantes pueden aprender muchos más conocimientos de las tecnologías que de sus profesores.
Por tanto, y para finalizar ¿qué se debería hacer?
En primer lugar, reconocer esta realidad y, posteriormente, determinar cómo aprovechar estas herramientas de forma correcta para asegurarnos que le sacamos su máximo potencial. Debemos tener en cuenta que son las herramientas más poderosas para el aprendizaje que hayamos tenido jamás. Por lo que, hemos de encontrar las formas de utilizarlas para que mejoren las experiencias educativas dentro de las aulas.
Estoy de acuerdo con algunas de las cosas que plantea; mas las situaciones medulares no están agotadas en el análisis.
1.- Si los profesores no son los guardianes del conocimiento, porqué llamar a los estudiantes o aprendices: alumnos? La palabra alumnos significa; “sin luz” de ahí que se necesita, para comenzar; un cambio conceptual de un vocabulario paradigmático.
2.- Los politicos no aplican las políticas que la sociedad pide, la política de los gobiernos está hecha para la supresión de la mirada alerta, activa e inteligente, para la formación de pensamientos simples y ocupados en lo que no importa, están hechas para la formación de una sociedad con escotomas. La politica de la educación está creada para educar en la servidumbre y hay diversas formas de lograrlo. Los joven con ideales han existido siempre. El sistema se encarga de conformarlos con las diversas estrategias de subyugación que tiene perfectamente planeadas.
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Comparto la opinión de Lorena
dejemos de ser maestros de escritorio. actualmente en muchos colegios estatales todavía se resisten al cambio tecnológico por falta de capacitación y conocimiento.
La educación en general se encuentra en crisis y no solo podemos seguir culpando a los políticos ni gobiernos de turnos los maestros debemos convertirnos en los verdaderos artífices formadores sin dejar de ser el guía, que da las herramientas necesarias para el aprendizaje tomando la realidad de cada lugar donde se enseña,,,ya dejemos de ser maestros de escritorios donde se nos va la vida en papeles.
La educación en general, se encuentra en una encrucijada: administración, centros, profesores, padres. Ninguno de ellos quiere asumir la responsabilidad que les corresponde. Cada sector culpa al otro del fracaso, sin querer ver que la mejora pasa por el cambio de actitudes, el aprendizaje y la introducción de nuevas metodologías que requiere la involucración de todos.
Muy bueno el artículo, si es verdad que esta generación cambiará la educación, los profesores no
La pregunta no es si hay que convencer a los políticos. A quien hay que convencer a los empresarios y financieros para que se pongan al servicio de los políticos y, por ende, de las personas (las otras, o sea, la mayoría) y sean TODOS (si falta uno ya no funciona) más empáticos. Y que ayuden a convertir la sociedad en un lugar para el ser humano y no para las “relaciones de producción”. El capitalismo es la máquina con la que funcionamos y creo que tardaremos en tener otra. Mientras tanto, suavicémosla. No se puede enseñar a los niños a cooperar para que después se encuentren la competencia descarnada, tal como es, en la que un señor que predica en foros, pueda luego hundir un país jugando a la bolsa con sus incontables recursos. Seamos serios. Una empresa no puede ser empática mientras se la amenace con la absorción. La escuela vive en una dimensión y el mundo real en otra. No seamos hipócritas.
http://sehacecaminoaleducar.blogspot.com.es/2015/02/eso-es-la-vida.html
E.S.O. es la vida?
Saludos