¿Es posible trabajar el apego en el aula?

Alejandro Vera

Psicólogo, nutricionista y colaborador asiduos en medios digitales sobre temas de salud. Soy especialista en problemas de alimentación, apego y trauma.

Hoy día sabemos que la formación del apego es uno de los vértices fundamentales en el desarrollo de las personas, ¿pueden los profesionales docentes contribuir a este?

Apego en el aula

¿El apego es sólo cosa de los padres?

Comúnmente se conoce el apego como el vínculo primario que se establece entre un infante y sus cuidadores principales, por lo general, los padres. Sabemos que el tipo de apego que se establezca (apego seguro, apego ansioso, apego evitativo u otro), es uno de los predictores más trascendentes a la hora de asegurar la salud mental del adulto. 

En esta relación de apego, participan elementos tan importantes como el sentimiento de valoración, de protección, la capacidad para regular emocionalmente e incluso la forma de ejercer la autoridad. Bajo mi punto de vista y en base a lo que veo día a día en mi trabajo como terapeuta, detecto que los problemas de apego infantiles afectan fundamentalmente a dos áreas de la persona adulta:

  • La relación con las emociones.
  • La relación con los demás.

Si bien es cierto que, los padres son el eje fundamental en la construcción de dicho apego, considero que desde el aula es posible trabajar en ello. De alguna manera, la forma de trabajar el apego adulto no es otra que hacer una educación emocional donde tenemos más presentes ciertos tips esenciales.

¿Cómo trabajar el apego en el aula?

A continuación, quiero compartir contigo esos tips que considero esenciales trabajar en el aula, haciendo bueno el refrán: mejor prevenir que curar. Trabajando sobre ello, favorecemos el desarrollo de los menores y protegemos al adulto:

La aceptación de las emociones

Cuando de pequeños no nos han enseñado a aceptar las emociones, bien porque estas se veían como algo indeseable o a evitar, o, por el contrario, como algo desbordante: nuestra relación con el “sentir” se vuelve algo problemática.

En el primer caso, porque huimos de ellas. En el otro lado, porque no desarrollamos una sensación interna de poder tolerarlas. 

Educar en aceptar las emociones significa enseñar a identificarlas y a tolerar el sentir como parte natural de la vida. La incertidumbre, el dolor, el rencor… sentimientos con los que no necesariamente tenemos que hacer algo para arrancárnoslos. 

La expresión de la vulnerabilidad como algo positivo

Cuando nos criamos en ambientes perfeccionistas o exigentes, se va produciendo progresivamente una negación del sentimiento de vulnerabilidad. Aquellos niños o niñas muy vergonzosos/as, lo que denotan es una falta para poder mostrar su vulnerabilidad ante los demás. Educar en decir lo que se siente, en ser sinceros, en validar el error o el fracaso, lo positivo que es pedir ayuda u otros aspectos relacionados con expresar vulnerabilidad, es una forma de construir adultos que se relacionen de manera mucho más efectiva con las demás personas.

No decepcionas a nadie cuando dices que no

El sentimiento de decepción es uno de los más desagradables para los más pequeños y pequeñas. La culpa es una emoción complicada de gestionar, ya que muchas personas entienden que su pócima es el castigo en vez del remedio.

La culpa es la emoción que veo en mis pacientes, con la que más problema tienen. La mayoría de las personas, hemos sido educadas en que cuando hacemos algo mal o nos equivocamos, debemos pagar con sufrimiento.

Pongo un ejemplo: Haber suspendido y que te quiten los regalos de reyes. Este esquema reproduce la siguiente ruta mental: “Has fallado, ahora debes quedarte sin algo que quieres”. Sin embargo, ¿dónde está la reparación del error?

Dar un espacio para conocer sus mundos

A veces no todo es enseñar, sino que también, vivir y experimentar. Una de las cosas que hace que las personas nos vayamos metiendo progresivamente hacia dentro y que dejemos de contar lo que sentimos, lo que queremos, etc.; tiene que ver con que desde pequeños no nos hemos sentido escuchados, atendidos…

Por tanto, crear en el aula un espacio para conocer a los alumnos y potenciar que entre ellos hablen de sí, es una forma de dar espacio a la persona para que encuentre placer “estando en los demás”.

Esto se puede llevar a cabo mediante juegos de preguntas, dinámicas sociales, etc.

Conclusiones

En este artículo hemos visto 4 aspectos para que trabajar el apego desde el aula. Podrían ser muchos más, pero he querido sintetizarlo en los puntos de dolor más frecuentes que veo entre mis pacientes adultos.

La educación emocional es fundamental en la construcción de cualquier persona, sin embargo, se torna aún más necesaria en aquellos casos donde la relación de apego no está siendo la más deseable. Desde el aula, podemos dar herramientas para mejorar la relación de las personas con su mundo interno y el de los demás.

Comentarios(3)

  • Es muy importante que el sistema educativo implemente un taller de manejo emocional en los educandos, muchos niños ingresan a laos videojuegos y no hay monitoreo de los padres por el trabajo que realizan y los niños estan captando e interiorizando violencia jugando, Los resultados negativos lo visualizaremos cuando ellos adquieran autonomía en la juventud o adultez.

  • David Pari Aguilar

    hoy en dia todas las personas son afectadas de alguna manera, y lo demuestran en su desenvolvimiento diario, tímidos ,coléricos, pasivos, es muy oportuno detectar a tiempo y así evitaremos sancionar y castigar mañana.

  • Es malo premiar a un alumno?

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