10 propuestas para trabajar la agresividad en los niños

  • Por Ana del Campo Pérez
  • Opinión

Ana del Campo Pérez

Psicóloga y Maestra en Audición y lenguaje cuya trayectoria profesional ha estado orientada a la atención de las dificultades de aprendizaje en sentido amplio. Coordinadora de D-letras (psicología y logopedia a domicilio).

En ocasiones los niños pequeños manifiestan conductas como los enfados o pegar, que son señales externas de un problema interno. Estos comportamientos están expresando que tiene malestar a nivel emocional. Puede deberse a algún cambio familiar, reacción ante un estímulo que rechazan o a otro motivo.

Agresividad en niños | Tiching

Lo que está claro es que el niño está experimentando una serie de emociones que exterioriza a través de la ira.

No obstante, los educadores tenemos que enseñar a nuestros niños a expresar sus emociones negativas de una manera adecuada. Como toda persona, los niños tienen derecho a experimentar emociones negativas y los adultos debemos adoptar una mirada empática y comprensiva hacia estas emociones de nuestros hijos.

Es obvio que las conductas agresivas (pegar, insultar…) o potencialmente peligrosas no pueden permitirse. Para ello necesitamos primero comprenderles y después darles un patrón adecuado de conducta que ayude en cada situación.

De esta manera conseguiremos personas más adaptadas y más inteligentes emocionalmente.

¿Cómo podemos ayudarles?

  1. Verdaderamente, como educadores en general, debemos ofrecer un espacio y permitir la expresión de emociones negativas (tristeza, rabia, celos, frustración…) de los niños. Muchas veces, desvalorizamos las emociones de los niños y tratamos de negar o impedir que tengan emociones negativas.
  2. De esta manera, cuando comprendemos el malestar emocional de los niños, somos más capaces de acompañarles en su proceso, darles apoyo y contención, permitirles expresarse y canalizar este tipo de emociones.
  3. Cuando los niños pegan a otras personas o a nosotros, debemos darles una explicación breve y sencilla de que no deben hacer eso. Por ejemplo, decirle: eso no me gusta, me haces daño. Además de esta explicación, es muy importante que le enseñemos una alternativa a este comportamiento. Cuando el niño esté ya más tranquilo, podemos decirle que cuando se enfade te diga: estoy muy enfadado, o estoy triste, por ejemplo. Así le estamos enseñando una alternativa a pegar.
  4. De esta manera, además, le estaremos enseñando a verbalizar sus emociones, a ponerle palabras a lo que siente. Es importante que creemos espacios de diálogo en el que el niño pueda contar con palabras lo que le sucede. Podemos inventar cuentos en los que el protagonista habla de sus emociones. Esto le ayudará a desarrollar su expresión verbal.
  5. Por otra parte, es esencial tener en cuenta que los niños aprenden observando e imitando principalmente. Es muy importante que no vea comportamientos agresivos en las personas de su entorno.
  6. No debemos responder nunca con un cachete, ya que si nosotros pegamos, estaremos legitimando con nuestros actos esta conducta.
  7. Del mismo modo, debe evitarse la exposición del niño a otro tipo de conductas agresivas, como tonos de voz amenazantes, gritos o insultos, en la medida de lo posible. Por ejemplo, en la televisión es muy común que aparezcan estas actitudes. Sería positivo evitar que el niño viese contenidos televisivos de esta índole.
  8. Para evitar el comportamiento agresivo de los niños en el momento en el que éste se produce, es eficaz la distracción: tratar de distraer su atención a otro estímulo para que la conducta cese, siempre después de haberle dado la explicación (no me gusta, por ejemplo), como comentábamos anteriormente.
  9. Los castigos y las reprimendas no tienen mucho sentido para resolver este tipo de conflictos, Es más beneficioso el acompañamiento y la comprensión, junto con la breve explicación y el trabajo de expresión verbal de las emociones.
  10. Asimismo, es esencial reflexionar sobre qué necesidad emocional no cubierta está provocando el malestar (y su exteriorización a través de la ira y la agresividad) para poder dar respuesta a dicha necesidad una vez que se haya detectado.

Comentarios(13)

  • Patricia Barrera

    Les recomiendo un tratamiento que se llama nootrogen esta hecho a base un peptido llamado noopept y da excelentes resultados para tratar la agresividad https://www.neurogent.com/nootrogen

  • Sivila Sanchez Peña

    Fabuloso las recomendaciones, me va servir para ponerlo en practica sobre todo para trabajar la ira de nuestros pequeñitos.gracias maestros de Tiching.

  • Me parece excelente ya que al leerlo, siento que me traslado a los episodios vividos en las salas infantiles, y en verdad aportan estrategias sobre el que y como responder ante estas actitudes agresivas.Gracias…

  • igual no ayuda en nada este post, no hay estrategias, no hay tips ,o nombres de libros infantiles que puedan ayudar a los ninos procesar

  • Para canalizar la agresividad en los niños, se debe trabajar en los niños conductas resilientes.

  • Interesante, pero qué pasa con aquellos niños de casas de acogidas , que son separados de sus padres.
    y han sufrido maltrato, violentados y abusados sexualmente.

  • Prof. Carlos Campos Calisto

    … me parece excelente el aporte orientativo de la colega Ana del Campo pérez, tocante a saber comprender, empatizar y canalizar la agresividad en los niños y niñas … muchas gracias ….

  • Muy buen resumen. Gracias. Lo comparto

  • José Montesino Brito

    Estoy totalmente de acuerdo, los adultos tenemos que enseñar con el ejemplo,la misión de los educadores es comprender al niño para conocer el problema y encontrar solución conjuntamente con los padres creando espacios adecuados para atender las actitudes hostiles del niño. Gracias por las diez recomendaciones.

  • Carolina Fuentes

    Me parece un excelente artículo, definitivamente en la medida en que ayudemos a los niños a autoregularse, de esa forma ellos podrán identificar sus emociones y saber manejarlas. Gracias por compartir tu conocimiento

  • Augusto Najarro Rojas

    La represión verbal y física a hecho mucho daño a los niños y jóvenes en la familia y la escuela. ¿Quién más tiene que ser tolerante, los niños o los adultos? Obviamente los adultos. Para ello debemos estar preparados y tener la suficiente capacidad de orientar y dar ejemplos patéticos. Gracias.

  • ¡Muchas gracias!

  • Juan Manuel Juárez Montoya

    Excelente artículo, ya que toca un tema que normalmente no se considera importante tanto por los padres como por los maestros.
    La ira es algo inherente al ser humano y los niños la generan de diferente forma al adulto paro ahí esta y se aprende a controlarla desde pequeños mucho mejor. El ejemplo sigue siendo fundamental para aprender a erradicar la agresividad. Más que las teorías l los grandes filósofos en la actualidad el tratar, trabajar, y dar ejemplos con los asuntos de la realidad ayudará a nuestros hijos y nietos a ser mejores seres humanos. El reto de padres y maestros no es fácil pero puede ser posible si se sigue insistiendo en tratar este tipo de temas.Felicidades

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