¿Cuál ha sido su trayectoria en el mundo educativo?

Empecé desde dentro, por así decirlo. Era profesor de Biología en secundaria y en la universidad. En este contexto, alrededor del año 2000, me di cuenta de que era un poco absurdo que no estuviéramos usando, en la educación, las herramientas que teníamos en casa.

¿A qué se refiere?
Sobretodo a Internet y a los ordenadores. Entrabas en clase y te dabas cuenta de que la escuela era como una cápsula del tiempo en la que los años no transcurrían, mientras que a fuera todo estaba evolucionando. Me pareció muy paradójico.

¿De esta reflexión nace Digitaltext?
Aún no. En el año 2001 creé una editorial sin ánimo de lucro dentro de la universidad, desde la que empecé a hacer revistas de divulgación científica. Esto me llevó a hacer otra revista de divulgación para secundaria, Eureka, lo que me permitió estar en contacto con muchos colegios y conocer sus realidades.

Debió ser enriquecedor.
Mucho. De aquí surgieron muchos proyectos y, uno de ellos, fue Digital-Text. Al principio sólo era una idea más.

Cuénteme esa idea.
Llegamos a la conclusión de que la herramienta básica fundamental de entonces, y todavía hoy, en las escuelas era el libro de texto. Y pensamos, ¿por qué no lo reconvertimos en algo que aproveche las nuevas tecnologías? Eso sí, tendría que hacerse de una manera amable porque cualquier salto plantea dificultades.

¿En qué se diferencia un libro de texto digital y un libro de texto tradicional?
La diferencia no es el soporte, ya que no nos limitamos a trasladar el libro tradicional a un soporte multimedia. Lo que hicimos fue preguntarnos cuál era (y es) la función del libro de texto.

¿Cuál es?
Ayudar a enseñar y a aprender. Entonces nos propusimos mantener esta función, la esencia del libro de texto, en una herramienta totalmente nueva, creada desde cero y que aprovechara todo el potencial multimedia.

¿Qué permite esta herramienta?
Permite aprovechar y crear material audiovisual, potencia la interactividad y la comunicación entre los usuarios, etc. Creo que es aquí donde acertamos: en no limitarnos a poner el libro en la pantalla.

¿Qué vendrá después del libro de texto digital?
Yo no sé qué nos deparará el futuro…

Con el libro de texto, acertó…
En ese momento no pensé que fuera el futuro a largo plazo, la verdad… Si hablamos a nivel tecnológico, pienso que lo primero que deberían tener las escuelas es una buena conexión a Internet. Esto es lo fundamental, porque Internet es el acceso al mundo, a la biblioteca global.

¿Y cómo será la educación del futuro?
A mí me gustaría que la educación del futuro, y cuanto antes mejor, se alejara de los modelos clásicos educativos en los que la única opción es aprender contenidos académicos. En la escuela, por alguna inercia social histórica, sólo se enseñan las cosas que nos sirven para ganar quesitos en el Trivial.

¿Quitaría asignaturas como la biología?
Yo soy biólogo y para mí la ciencia es lo más importante, pero no creo que cualquiera tenga que saber qué es un mitocondrio. En cambio, la ciencia tiene una serie de competencias, de actitudes, que cualquier ciudadano, en cualquier camino que elija, va a necesitar para ser competitivo y conseguir sus objetivos.

Entonces, la escuela, nos prepararía para la vida.
Sí. Me imagino una escuela que nos enseñara a ser ciudadanos, eligiéramos el camino profesional y personal que eligiéramos. Una escuela en la que lo más importante fueran las competencias para la vida. Y, para mí, la competencia más importante es aprender a aprender. Sobretodo hoy en día que, con las nuevas tecnologías, si quieres aprender, puedes. Lo único que necesitas es estar preparado.

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